Siempre usé la mentira para zafar.
La usé para salirme con la mía no matter who or what.La usé como ventaja evolutiva sobre todo y todos. Aún siendo condenada socialmente, mentir, no decir la verdad tal cual la pienso, me ha salvado la vida incontables veces. Sobre todo en mi familia primaria donde durante mi infancia y adolescencia mataban a palos por ser tan tan...travieso.
También la usé para abusar de la confianza depositada en mi persona durante un máximo de 20 años.
Mentir es un horror socialmente. A nivel supervivencia, sobre todo en un entorno hostil, creo que es de vital importancia estratégica. Fue mi caso indudablemente.
Se ve que luego cuando las circunstancias eran favorablemente otras, abusé de esa salida conocida, de fácil acceso en mi cerebro para conseguir recompensas químicas. Y funcionó!
Caminos ya trazados y familiares en mis conexiones neuronales que llevaban en el pasado al éxito de conseguir algo empleando también la mentira estaba OK. En mi mente estaba bien mentir.
La honestidad es un human feature que valoro muchíssimo, en mi y en otros.
Decir mentiras para sobrevivir a situaciones extremas I guess it's OK as far I can tell. Mentir como way of life SUPER SUCKS. Period.
Mentir es tomar una mala decisión. Yo tomé miles de malas decisiones de este tipo en la vida. A echarle la culpa a nadie que derivar responsabilidades es de cobardes.
Imperdible lección del prestigioso científico neurocirujano Facundo Manes sobre el lóbulo frontal y la mentira en la que vivimos los argentinos, parte del cerebro que tengo extremadamente fallada e hiper desarrollada a mi favor aunque parezca una contradicción:
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