There's a ghost in me, Who wants to say I'm sorry. Doesn't mean I'm sorry.

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miércoles, 14 de febrero de 2024

Simbolos de Status @ los 90s

 Era tener algún objeto de marca:

  • Jeans y cualquier otra prenda Levis
  • Zapatillas Nike
  • Zapatillas Adidas
  • Jeans Turquoise
  • Cualquier cosa Americanino
  • Jeans Guess
  • Remeritas y buzos Benetton
  • Cualquier cosa John L. Cook
  • Zapatillas Converse All Stars Chuck Taylor
  • Remeras (o cualquier otro objeto) surferas tales como Gotcha, Quicksilver, Rusty, Reef

Y yo tenía todossssss esos símbolos comerciales, made in USA exclusivamente.

"Marquitas" como le llamaba despreciando mi actitud la madre que me crió. Porsupu que jamás le di pelota con mis gustos.

...

Los más grasas de los más pobres y chorros de ese estrato de la sociedad de fines de los 80s / Ppios. de los 90s -no entiendo aún por qué- querían tener chombitas Lacoste.

De ahí que jamás me has visto con una ever never. Ni nada de la marca. Puajj!


Éramos clase media baja, esto es: vivíamos en un barrio obrero, de mucha gente humilde que se mataba trabajando. Hacia el noreste teníamos una villa miseria, el Barrio 20. Al oeste un barriecito pintoresco de casas bajas que se habían hecho les inmigrantes en el sur de la ciudad a mediados de los años 50s del siglo XX. El barrio de las casitas, le decíamos. Llegaba hasta la Gral. Paz.

Parar allí y conocer gente fuera de los monoblocks repletos de historias wow de lindas sí, pero también de falopa, inseguridad y violencia, sumaba mil.  No solo salir del barrio poronga ese, sino como más status aún.

Y yo conocía banda de personas fuera del barrio. En todos los barrios de alrededor conocía gente. Algunas veces no muy amigables es cierto. Lugares en lo que no pude pisar nunca más también. 

En esos otros barrios, además del de donde vivía yo, tenía relaciones sociales mas que nada con chicas. Novias, amigas, whatever.

Status. 

Cuanto más me alejaba de mi casa, más seguro me sentía. Y no era solo porque nos fajaban ojo, ojalá hubiese sido solo eso!

Es que había mucho de eso en la calle, en lo inmediato al salir del departamento, en la escuela, en el potrero, en la canchita de fútbol, en el club deportivo del barrio, en el cole.

JEVIMETAL.

Y yo le huía a todo eso. A todos esos.

Así que primero con la bici, luego caminando, mas tarde en bondi, tren y subte, pero jamás paré de conocer y conocer la Ciudad de la Furia. Lo que amplió mis horizontes a mil. Y enriqueció mi vida otros mil más. 


Si bien empecé a salir del barrio a los 14/15 te diría, ya para los 17 era un extraño que cada vez pisaba menos por allí donde viví hasta los 20 sin querer. Para los 18 ya solo los que me habían conocido de pre teen,  de chico, se asombraban de verme pasar sin saludarles, pelo largo, barba rala, súper fachero. Con actitud altiva.  

Ya no saludaba a nadie.

A nadie.

Sobre todo si sabía que andabas en la delincuencia y la falopa. Transparente eras para mi. Simple.

Y esa actitud temeraria, lejos de darme más enemigos, y vaya si los tenía since child, me dió más halo místico si cabía. Respeto.

Que ya también yo creía que tenía ya para los 18th years old. Como un superpower.

Había zafado de tantísimas situaciones ultra peligrosas de la vida, tanto en casa como en la calle, que me creía inmortal. 

Un jovencissimo geminiano algo bastante wild, que no había muerto cuando tenía que morir y que ahora tensaba la cuerda más allá de lo posible a cada paso del camino. 

Y vaya si lo hacía!

Temeridad. Status de no pertenecer a la mugre del barrio de la cual había zafado para siempre. 

Dejar atrás a los que se dejaron atrás. 

Tratar en todo momento de traer gente conmigo a esas salidas del barrio. Jamás jamás jamassss salir del barrio para agarrarme con los peorcitos de esos otros barrios, de otras bandas de gentes. Nunca nunca.

Al contrario ves de lo que sí hizo la mente retorcida de mi exhermano menor.

Yo buscaba lo mejor allí donde estuviese, el pibe no, se le pegaban todas las moscas, él buscaba la pus del universo. Y vaya que le encontraba a cada paso del camino!

A diferencia del hermanito que me dio la vida, yo buscaba como prioridad el placer de las féminas: Besos, abrazos, caminatas, sexo, cartas de amor, conflictos de amor a rolete porque también de eso había montones, y momentos repletos de intimidad secreta allí donde me tocase parar. 

Disfrutaba de la vida ya a lo loco a los 15. 

Fuera del barrio. Dentro del barrio.

El placer fue un ticket de ida. 

Que al igual que la lectura y la música: me salvaron la vida. 

Me la salvé sólito a muchos niveles donde no llegaba la supervisión parental.
Y qué WOW de bien me fue.


OK. 

jueves, 13 de agosto de 2020

Pixies: Bossanova 30 Years

Primavera del wild year 1992.
Le robé* unos 100 dólares a mi madre, primera y única vez en mi vida, y salí a comprarme vinilos. Compré 4 en dos tandas:
Bossanova que ya era un arte sonoro convertido en ícono @ julio de 2015

To my wall of fame | Julio 2015

Fue una de las mejores decisiones de mi vida. Comprar los discos of course, no robarle a mi madre!
Me hice superfan de los Pixies, también lo era de Jane´s Addiction
Tenía 18, una bellíssima novia que estaba tan o más crazy que yo y muchos amigos.
Ese año todos tomábamos cocaine -1. Creo que éramos 6 super best friends y entre todos nosotros había como dúos cambiantes de ésas amistades durante esos 3 años que paramos juntos: 1990/1991/1992.
En esos wild times y de cambiantes amistades en el grupo, hice grandes amigos. A muchos de ellos los conocía de mi infancia. A otros de mi pre teenage.

Desde 1992 he comprado y me han comprado casi toda la discog en CD de los Pixies

30 Años de Bossanova.
28 Años que lo compré.

#Memoirs

Por aquí todos mis posts about Pixies.


//

REMINDER: 5 MESES DE ENCIERRO EN CASA POR LA PANDEMIA.






*Fuí chorrito de plata de mi madre y otros eventos puntuales muy particulares desde los 14 a los 18. Cuando se enteró mi novia de aquél entonces que le robaba dinero a mi madre, le pareció un horror y me dijo que si no dejaba de hacerlo no había noviazgo posible entre nosotros dos. Y elegí.
Y terminé formando una familia con ella.

miércoles, 17 de abril de 2019

Sacate las Zapatillas

Crecí en un barrio donde por un par de zapatillas: te mataban. Simple like that.

A los 10

Cuáles vestía yo desde al menos los 12 años?
ZAPATILLAS WOW.

Aquí algunas de ellas, sino todas:

Y luego a los 18 comencé a usar zapatitos de salir Mango (los usé a rabiar con pantalones chupines de cuero negro -abajo en la foto), botas góticas hasta debajo de las rodillas y luego a partir de primavera sandalias de cuero re hippies. Yapp: todo en un año. 1992.
Quien me iba a robar? Nadie. Además desde los dieci que estaba poco y nada en el barrio.
A los 18 y monedas comencé a parar en un barrio peor: Piedrabuena. Donde también me hice enemigos. Básicamente por dos motivos:
  1. Seguía siendo cancherito tal cual en mi barrio y no me cabía ninguna. Había muchos drogones y malandras que siempre andaban buscando pelea. Yo zafé de todas toditas. Tenía estrella, tenía labia. 
  2. Me había ganado una minita re linda del barrio que era protegida por unos mulos jevis que la querían. Nada pasó porque ella les explicó. Andá a saber qué les dijo pero anduve por ese barrio casi dos años y medio sin un drama.
A los 18

Coda

Una vez con unos malandras del barrio (los hermanos bruji y Ardilla por ej.) robamos unas zapatillas en 1988. Pobres pibes, estaban tan asustados. Iban para Interama. Esto sucedió poco después de que me habían robado a mi en la parada del premetro en Jumbo. Nos llevaron para el lado del puente antes de llegar a Soldati. Eran unos pibitos más chicos que nosotros tres, con cuchillos, se re notaba que eran pobres. En bolas nos dejaron en ésa oportunidad. Yo tenía 14 años. Cayó el sol y nos rescató un poli que pasaba con su falcón verde...
Irónico, no?

Nota de Color: Los Ford Falcon verdes (policiales / parapoliciales) en la época de la dictadura paraban con un chirrido en la puerta de la casa de los "subversivos", se bajaban varios tipos armados hasta los dientes, los sacaban de la cama, los llevaban presos para torturarlos hasta que canten, se adueñaban de sus hijos (nacidos o por nacer), los mataban sin más si no tenías la suerte que tuvo La Tía Norma de quedar viva. Tiraban a los muertos (y también vivos) en el Río de la Plata desde aviones de la Fuerza Aérea o simplemente los ponían con cal en fosas comunes. NNs forever. Sin ninguna legalidad obviamente.
Eso valía la vida desde 1976 a 1983. Yo nací en 1974. Fijate.
"Algo habrá hecho" pensaban los vecinos que miraban con espanto estas escenas.
Eso era el miedo en la Argentina de la Dictadura. El miedo hacía que vecinos denuncien a vecinos. Y que la mala gente abunde en la sociedad.
Ese era el país en mis primeros años de vida.

Qué horror.

sábado, 1 de diciembre de 2018

Tres Videos de los 90s

Aquí nuevos videos digitalizados de los 90s que responden un poco a preguntas como:
  • Quienes éramos?
  • Cómo éramos?
  • Qué teníamos en la cabeza?
En fin. Aquí dos videos del año 1994 y uno de 1996.

* Mi cumple 20 @ SanBer con VIP. Nos cagamos de frío all the way. Plus había algo flotando en el mar que nos llamaba la atención. Misterio.

https://drive.google.com/file/d/1dj2I7ObRZqh7YThy--Gl90JToEjRxfco/view?usp=sharing




* Cumple de la Tía Kuka en su barrio. Fuimos con todos mis amigos. Éramos familia.

https://drive.google.com/file/d/1lH0BM9SGYU2Onw2C8AKf1zeVHsOjkB8_/view?usp=sharing




* Mediados de 1996 en el departamento de Lugano I & II de mi madre con VIP. Mi madre aún atravesaba la depresión que le agarró en 1990. Ya sabíamos que tendríamos una niña. Pocos meses después de este video mi madre se mudaría a Saraza.

https://drive.google.com/file/d/1zBp_ePK4PbZVG_E3_zfD5DP3_4TS3ecq/view?usp=sharing




sábado, 23 de julio de 2005

Salando las Heridas

No voy a contar las heridas que me hiciste vos, porque no da, ni las que me hizo fulano o mengano, tal vez si. No sé. 
Estas heridas son todas porque ahí estaba yo, protagonista y célebre autor de las mismas, y no tanto. Tampoco contaré las veces que me hicieron saltar sangre de la cara la cantidad de veces que perdí peleas.

Tratando de hacerme daño. Pero que divertida infancia tuve che! Veamos...

+ - 60 marcas de peleas y otros atentados, en mis dos manos de diez dedos pirómanas.

Podemos destacar en mi mano izquierda del lado de la palma, dos grandes cicatrices de la vida: Una, aterricé de tipo diez años no recuerdo, en el culo de una botella rota en la puerta de mi edificio, chorreando sangre a borbotones, no se nota casi nada pues, Oh! designios divinos, una de ellas corre por la línea de la vida. La otra muy cerca de la muñeca.

Otra que merece mención es, también en mi tierna y salvaje infancia, meter mi mano en el cajón de las cuchillas grandes, con fiereza, mientras un filo cortaba la parte exterior de mi dedo gordo de la mano derecha. La marca se nota aún hoy.
Debajo de esta última marca, tengo una de un cuchillo tramontina que no se porque mierda estaba tratando de arreglar (o desarreglar venido al caso) un cajón del placard. Era re pequeño.

La fisura (que conté hace poco en un post anterior) que hace crack en mi omoplato izquierdo, que soldó a la quetejedi.

La operación en mi garganta a los 14, glándula submaxilar derecha. Oportunidad en la Sociedad de Beneficencia Francesa que vió nacer mi única y potente paja en el baño con la sonda en mis venas, recién operado. Nunca tuve necesidad luego en la vida, de hacerme otra igual.

Mi pierna izquierda, antes averiada por sucesivas e infranqueables patadas al quiebre de rivales en el fútbol, más caídas casuales con la rodilla de esta misma pierna, hacen que haga cuando me levanto, un crack molesto.

En el ultimo campeonato de padres en el colegio de los chicos, pateé luego de un golazo, para convertir otro más, fulminando al arquero, como a veces me gusta hacer si no me gusta tu cara, y le erré a la pelota, la potencia tipo látigo de la pierna izquierda (pues si además soy zurdo!) fue tal, que al no encontrar resistencia con la pesada pelota tipo papi fútbol, llegó alto para luego en su vuelta quitarme un grito de dolor absoluto, brutal.
Jamás me había pasado antes. Aun siento una molestia en la cadera, qué se yo.

La operación en la ingle derecha por estar herniado de hacer nosequé esfuerzo pero intuyo, de hace un año y medio atrás, justo el dia del cumple de Bian, que le recé a todos los santos, y hasta llegué a despedirme de Erica por MSN, no sea cosa que. Pero no pasó nada.
Y que buena que estaba la anestesista la put madr, así quiero irme a dormir gaseado forevah. En la clínica Adventista de Belgrano el Nono estuvo conmigo, una masa. Y Viv al pie del cañón con la cara de no-pasa-nada-pum-para-arriba-que-preocupá-estoy-a-ver-si-se-me-da-y-este-wacho de-merd-nos-deja-tranquilos!... Jajaja. No, la verdad un amor como ningún otro, ahí junto al muerto. Es que...
Yerba mala nunca muere.

Las más de cinco cicatrices que tengo en la cabeza, todas ellas de piedras y/o caídas inefables en mi infancia, una de ellas en la frente, provocada por Diego, hermano de Eliana, amiga de años de E.
Luego nos hicimos en la adolescencia amigos, pero su marca de piedra envuelta en barro en el quincho del edificio, nunca se me fue del costado derecho de mi frente.
Tambien tengo una tremenda en la cabeza del lado de la nuca, que cuando me afeito (rara vez pero las hubo) la cabeza se me re nota -y cuando va creciendo el pelo más, entre otras.

No vivía en un iglú, sino en un edificio muy alto, en el piso doce cuando era pequeño, luego nos mudamos a otro edificio, más terrorífico, pero no más alto.
En el primer edificio que vivíamos, los chicos no acostumbraban a tener llaves para entrar o salir a su antojo, tenias que tocar el timbre de tu casa, tanto para esperar que alguien pase para entrar o para salir. El caso es que como mi abuela Gilda era media sorda, yo me quedaba como un nabo, esperando ardiendo de deseos de salir, o entrar, caprichoso como siempre. Así que la opción B, muchas veces era tirarme por la ventana del pasillo más bajo, o sea del primer piso. En un "ahiiiiii vamos", sin darme cuenta que el administrador cabrón (todos lo eran una vez que estaban en ese puesto, por más buenos vecinos que fueran) + el borracho del portero aka "Juan" le habían puesto alambres de púa al caño que yo utilizaba para hacerme el spiderman, y así salir al parque más abajo, hacia la libertad. El caso es que me lastime todo. Luego le he cazado la onda y rápidamente pude seguir saltando por allí. Pero dolió.

Cuando me explotó el aerosol en mi misma cara, antes de terminar la primaria, estaba con Gabriel M. por muchos años un super amigo como pocos. Hace más de diez que no te veo. En fin, como buen pirómano que era, todo lo prendia fuego, uds. ya saben del Citroen del policía, o de la cocina de mi casa, el basurero.
Pero lo que más me gustaba era hacer piras enormes con ramas, cajones de manzana, etc. Todo lo inflamable que haya por ahí. Digamos un servicio sacro a la humanidad barrial. El caso es que además de a veces comer papas con cáscara (eso vino después y que bueno que estaba -papas asadas-) tirabamos aerosoles que también encontrábamos por ahí.
El caso es que una vez, a mis doce, uno de ellos tenía contenido suficiente como para explotar muuuuucho, y así lo hizo, estábamos cerca, no pudimos correr, y nos prendimos fuego, Gabriel no sé que heridas tuvo, pero como los dos andábamos con equipos Adidas esos comunes que eran azules con las tiras blancas, el de el era celeste.
El caso es que se nos machucó el pelo, la ropa se nos comenzaba a pegar a la piel, y ardíamos locos de dolor. Corrimos cada uno a su casa, yo tenía medio cuerpo quemado, rápidamente los vecinos me metieron en una bañera (una de ellas era Teresa, madre de mi primer noviecita de infancia por años: Salomé), primero de la portería, luego en mi casa, mi familia cagandome a pedos mal, todos seriamente preocupados, y de ahí al Instituto del Quemado, donde raudamente, criminalmente pasaron a rasparme con un cepillo la piel quemada, en carne viva. Y ahora mismo que me recuerdo las ampollas que sacaban, enormes más que nada de mi costado izquierdo, me estremecen terriblemente.
El caso es que la medicina que me daba mi madre querida: gasas con furacina, la prontitud de llevarme corriendo al Instituto, y todo eso, me salvo que no me quede una sola herida. Ni una marca, milagrosamente.
Pero...
Pero jamás dejé de jugar con fuego. Antes y después de eso, me gustaba ver como el plástico quemado, con su horroroso olor, caía en gotas de fuego cuando lo tenías con un palo.
Más allá de eso. Deje de prender fuego las cosas, más tarde utilicé mi cuerpo, con mucha gente, para estallar en llamas.
Soundtrack Oficial de esos tiempos: Madonna - True Blue! Hitazo: Papa Don't Preach.

Bien, como vivía arriba de los árboles, jamás me cai ni me rompí un solo hueso, ni me fracture nada ni mú. Peeero...una vez me caí de una hamaca que habíamos hecho con una goma de camion o algo así, colgada de una soga (sogas que afanábamos de los camiones de carga que estacionaban en el barrio) y así columpiarnos maravillosamente, y cuanto más alta estaba la hamaca, más emocionante estaba el recreo. El caso es que en un ir y venir, cada vez más rápido, la onda era tirarse al piso cuando estaba en su punto más alto. El caso es que caí de espaldas, creí que me moría del dolor. Me vino ese inconfundible olor del dolor de los golpes en la cabeza, no podía respirar, pero no tengo secuelas. Poquito más tarde me sucedió en una colonia de verano en Córdoba, dos hechos fundamentales.

Uno: saltando con amigos de todo el país, porque iba gente de todas las provincias, sobre unas ligustrinas enormes, rebotábamos, con el impulso, se ve que tan peques, quedábamos parados, y volvíamos a la carga. El caso es que en una vuelta, yo termino del otro lado, me pasé, y desde el tórax, como te puedo explicar, en 180° las piernas me rebotan a la inversa creo que tensando al máximo mi diafragma, golpeando el piso, no podía respirar. Me moría mal. Pero a los diez minutos se me pasó.
Estaba aterrorizado. Seguimos jugando. Y que linda epoca en Embalse Río Tercero, por Dios. No tengo fotos de esa epoca, en la cual me había enamorado tremendamente de una Mendocina. Ah no, eso fue al año siguiente en Chapadmalal. En Fin.

Dos: Nos gustaba cuando salíamos todos en esas épocas de colonias por el interior del país, se ve que había gente como yo, escaparnos por el bosque, subir primero a las montañas, tirarnos en el monte a escondernos, o sea, quilomberos pendejos indisciplinados, y como me divertía carajo no haciendo caso. El tema es que en una vuelta, y luego de haber jugado a este juego maravilloso que era la "búsqueda del tesoro" en un bosque enorme, antes de la epoca del "Hombre Gato" pero en plenos tiempos de "Aullidos", era de re re re valientes perderse por ahí, y solamente guiarse por las voces del profe guia.
Así es que una vuelta nos subimos a la montaña valientemente, como en Villavicencio recuerdas Martin? Pero en esta oportunidad nos perdimos, y de divertido que estaba, para apresurarnos, comenzamos a bajar por lo que parecía ser el camino de subida de la excursión...
El caso es que en plena embalada, bajando por la empinada, con arbustos y matas peperinas típicas de la región, se cortaba más adelante, la onda no era parar sino seguir total, unas raspaditas y ya.
A unos metros más, estaba el vacío. Paramos de golpe, más frenados por esa maleza autóctona que por nosotros pendejos zarpados. Y la sensación era fenomenal te digo. Los alfajores de alli tambien.

El caso es que otra cicatriz puede ser la que tengo en la boca cuando Tupac me mordió la cara, pero si la leiste más abajo pa´ que te vía contar. El caso es que venía de esquivar las balas de goma de estos hijos de puta del gobierno de DeLaRua, el 20 de Diciembre en Plaza de Mayo, bebi esos gases del ort lacrimogenos a más no poder, corrí, putee, grité, tire cualquier cosa que tenía contra la montada, en un vaivén, un oleaje de gente, detrás de la Casa de Gobierno.
El caso es que mas o menos en la plaza del Palacio de Correos, una vez el helicóptero abandonaba la Casa Rosada, todo el mundo gritó eufórico, no te digo que era como un triunfo de la selección pero se le parecía. Y bueh. A tomar unas birras en casa, pues creo que encima era Jueves en pleno summer.
Y como siempre saludé a mi dog con un beso en la boca, pues lo amaba como jamás amé a otro perro. Y para nada era como esos Rottweilers chotos todos petisitos alemanes, no, este era de super pedigree y americano, enorrrrrme, alto (no tanto como un mastin napolitano). Me mordió, si, estaba comiendo el chabón en su lugar. Y yo con toda esa energía, rabia contenida pues tampoco tenía empleo en esa epoca. Se ve que sintió la potencia que decaía luego del viaje de regreso en colectivo. La valía, la estupidez al cubo. El cansancio de las corridas en la plaza.

La cantidad de veces que me caí, que me golpee con la bici no tiene nombre. Andaba hasta mi adolescencia, en bici todo el tiempo, era como un minotauro, o sea, así también me recorría las fronteras del barrio en tiempo record, que caminando, no hubiera podido. Esas heridas en las rodillas hoy no se notan, pero eran cáscaras enormes. Da gusto así.

Teníamos el agrado, con chicos que NO eran mis amigos, que eran los terribles del barrio, tipo 11 ponele, de ir hasta la estación de tren, y claro, colarnos. El chancho nos perseguía, la mayoría de las veces no nos agarraba, pero así estábamos, corriendo hasta el último vagón, para masomenos luego, llegando a la estación Buenos Aires, tirarnos mientras andaba, ya para estacionar, era mooooooooooy emocionante. Ahí también una vez me rompí el pantalón jean, y claro, la rodilla derecha.
Aún más copado que tirarse era estar en la barandilla trasera, viendo el mundo como raudamente se iba "para atrás".
En aquellos momentos me asaltaba la música en mi cabeza de Chuck Berry "Go Johnny Go Go Go, Go Go Go Johnny B. Goode!"...

Recuerdo que una vez, un gordo tremendo tipo nosé, re gordo horrendo, que no era del barrio pero que todos le temíamos cuando venía a visitar no se quién de sus parientes, me busco para pelearme, yo en esa epoca jugaba al beisbol, deporte que me fascinaba y era re capote corriendo entre las bases, el caso es que tenía mi palo, pero no mi guante.
Y algunas veces salía con ese palo para tenerlo a mano por si las moscas. El caso es que ese día no lo tenía.
Viene ese gordo inmundo, yo tenía doce más no, y me comienza a pegar, pues bien, yo me defendía, pero era imposible ganarle, una mole el man. El caso es que el muy hijoepú me pisa el dedo meñique de la mano derecha. No me lo rompió pero en la mitad del dedo me quedo como una hinchazón leve, que nunca se me fue. Y si lo muevo a los flancos me hacer crick.

La única vez que choqué con el auto en mi vida (no cuentan cuando aprendí a manejar en la quinta a mis 19 que me comí el portón de entrada por apretar en vez del freno el acelerador, ni cuenta ese diluvio del verano del 98 yendo para Retiro, pues el agua tapaba la mitad del coche, era una lancha), fue con el Renault 19 rojo -preparado para carreras urbanas, vidrios negros-, iba camino a Longchamps, a eldomo.com, y en plena mañana de verano, y a mas o menos unos 80 Km/Ph o más, me distraje, Moby al palo en el stereo, el caso es que piso freno a tope, giro volante para esquivar la cola frenada de móviles en el rojo del semáforo, el auto comienza a girar, pierdo el control, semáforo lleno de gente cruzando, muchos automóviles, colectivos alrededor...
No choque a nadie, no golpee otra cosa que el auto que manejaba. De frente contra uno de esos guardarrailes de cemento que dividen el tráfico. El frente quedó bastante golpeado. Yo tenía como siempre el cinturón de seguridad puesto. Pero el latigazo fue tal sobre mi omoplato fisurado @ OCT94  izquierdo, que jamás lo noto, pero ese dia me dolía horrores. Tampoco fue una buena época para mi  locura. Se me habían subido los humos puntocom a la cabeza, de terror.
El caso es que con el automóvil echando humo, que tengo en ese semáforo??? Levanto la vista, en la vereda una casa de esas que tienen camiones grúas de auxilio para la ruta, quien me vino a rescatar de adentro del auto? la policía que su comisaría estaba solo a metros del accidente. Al dedal eh? Ángeles.
No solo no maté a nadie, si no que, como bendecido desde siempre, tenía esas ayudas del universo alrededor. A la hora estaba el auto en el taller, a los 15 días le hice de paso todas las reformas que quería, pagó mamá, contra su voluntad, claro está. 
Lástima que a los dos meses lo tuve que devolver al Suegro. Carajos.

VIP: La que me tiraste una piedra en pleno arrojo de pendeja brutal y que dejó cicatriz en mi, y el cuadro que me partiste en la cabeza no lo voy a contar. No vale la pena.


Tengo más heridas más graves, muchas más, pero no se ven.


*****************

Por eso quizás la canción de los Héroes del Silencio, que tanto me hacía acordar a vos, "La Herida" del Espíritu del Vino, me sonaba tan curandera. En realidad me hacía acordar a mi veo. A mi, y vos sanandome, anda a saber.

Y que si te digo que escribí todo esto con una canción re wow de Alanis Morissette: Uninvited. No es genial? No la puse yo, suena simplemente.
En este día encapotadamente gris. No tiene frío, no tiene colores, no tiene nada que ver con mi infancia dolorosa, plena, hermosa de tanto sufrimiento. Amo mi vida. Con unas ganas que no te puedo explicar. Viene con la edad? Hummmm.

martes, 5 de julio de 2005

Cigarros

El pucho estuvo en los momentos más importantes de mi vida.

Aún en aquellos en los cuales no le he invitado.
Estuvo en mi debut sexual incluso.
Estuvo entre los primeros secretos de mis más infantiles relaciones pre-adolescentes, tipo cofradías, con esos mismos chicos con los cuales armas los primeros partiditos de fútbol en el barrio.
También allí donde comenzaba a compartir otros aspectos de la vida humana, la amistad primera.
Recuerdo tal cual como robaba los primeros cigarros a mi vieja. Me preparaba para el hecho e iba decidido al asalto. Ella dejaba el paquete en la mesa ponele, sin sospechar que un niño de 12 años podría tentarse, pero se equivocó, pues para eso era madre, para ir haciéndose en el camino y errarle porque para eso tenía a su primer hijo-conejillo-de-indias. Así que, tomaba mi walkman, el bronceador, una bolsa transparente de no sé qué cosa para meter todo adentro, y un pucho suelto o dos. Al principio.
Y decía que salía a jugar con los pibes. Me iba a la terraza. Que era tan alta como 15 pisos, pero del terror a que alguien me viera en plena wachada transgresora, no me bastaba esconderme en algún rincón a ver si subía algún vecino de esos que siempre hubo, re buchones, y le decían a mi vieja, la cual me azotaría sin piedad, no solo por ladronzuelo, sino por fumar a escondidas.
El caso es que me subía al tanque de agua, mucho más arriba que la terraza donde todos los mortales colgaban su ropa, con la escalera misma para subir al tanque que daba al vacío, bien lejos de cualquier chusma humana.
Mira si hubiera tenido mala suerte en alguna de esas osadías, vos no hubieras sufrido tanto! Jej.
Ahí arriba, siendo un lugar tan hermoso, tan peligroso, yo me sentía en comunión con el universo, era yo, mi bolsita transgresora de verano, y bueh a disfrutar de la vista, del hermoso horizonte, que siempre me atrajo e hipnotizó, más allá debe haber tanto! Pensaba con las manos bajo mi mentón, tomando sol de espaldas al cielo.
Desde esa terraza también hacía mis diabluras aparte, o sea, subir para tirarles bombitas de agua a los demás en carnaval, aunque nunca maté ni le pegué a mortal alguno claro está.
El tema es que nadie tiraba para pegarle a alguien, sino creo que para asustar, nunca tuve mala puntería de todos modos.
Qué hermosos que eran mis veranos porteños de pequeño, buenísimo eso de andar yirando con una sed acuciante, pararte en el porche de alguna casa ajena del barrio de “las casitas” ponele, furtivamente agacharte en la canilla del jardín a beber unos tragos de aquel líquido bendito luego de haber jugado un fútbol, de haber caminado bocha por ahí, inclusive fanas de las bicis como éramos (hasta hemos hecho tunning de bicis!)…la mayoría de las veces ningún vecino te decía nada. Otras veces salíamos rajando.

Volviendo al pucho…tenía más o menos doce años al haber pitado las primeras horrendas bocanadas. Bueh, como cuentan todos, jamás aprendí a fumar del todo bien.
Esto es, nunca fui capaz de “tragarme el humo” y luego sacarlo nuevamente una vez pasado por todo mi aparato respiratorio. No, nunca y no sé por qué aprendí del modo en el que fumaban todos. Raro. De todas formas fue algo que visiblemente me ayudo con el tiempo a no estar tan hecho mierda de salud. Veamos.
El tema es que menos que menos aprendí a echar humo como algunos asquerosos que he conocido en este camino, que lo sacaban cuando querían por la nariz! Nah, aun me da nauseas.
El tema es que no me hice fumador de ley sino hasta más o menos los 15 años.
Por aquella época, casi toda la gente que yo conocía o que veía de cerca, había debutado con las drogas más comunes, por ej. Cocaína, marihuana, alcohol y claro, pastillas no prohibidas no recetadas.
Yo era re santino por esos tiempos y andaba detrás de estos pelotudos como si fueran mis hermanitos menores, cagandolos a pedos, persiguiendolos, denunciándolos con su familia, etc. Nah, hoy la pienso y no la puedo creer. Que mal que terminaron muchos de ellos chicos.
Por entonces corría el año ´90 creo y recuerdo que estaba enamoradísimo de Paula. Mi segundo gran amor. Ella en ese entonces hacía danza, y era súper linda, re agradable y rubia como a mi me gustaban las chicas, hasta que la tuve a ella claro. Una vez que estás ahí, ya no son todas iguales.
El caso es que siempre tenía conmigo el paquetito de diez.
Siempre fumé Marlboros. Y rara vez otra cosa encendía.
Con el tiempo y el paso de esos años, en los noventas, fumar era parte de la vida cotidiana.
Se ve que era propenso pues mis padres eran fumadores, y mis abuelos maternos. Mi tía Kuka también fumaba. O fuma andar a saber.
Cuenta la leyenda y las fotos familiares que mi vieja estando embarazada de mi, fumaba, poco, pero fumaba al fin.
El caso es que en mi casa, durante mi adolescencia, todo el mundo fumaba! Era una casa con todas las reglas de fumadores. El novio espantoso que tenía mi Mom por esa época, por dios, ese chabón si que fumaba!
En casa se fumaba con el mate en ayunas. Se llenaban los ceniceros al toque (yo era el guy que siempre los vaciaba, los lavaba), cualquiera que pasaba por casa sabía que allí había puchos, entre otras cosas claro está.
Yo siempre en la mía, en mi bunker que era mi cuarto, siempre perfumado, siempre con posters, tarjetitas y recuerdos por todos los rincones, siempre con ese toque tan rock que tenía por cada cajón, pero fija mi cenicero ahí. Y mis amigos y amigas, y amantes también sabían que allí podíamos estar tranquilos, fumando. Pero para eso corrió mucha agua por el río…y muchas chicas.

Mi vieja siempre se mostró súper enemiga de que nosotros fumásemos, a mi me persiguió tremendamente, hasta me olía la boca cuando volvía de bailar, cosas así hasta más o menos los 17! Un horror, pero claro, era el mayor, y la verdad, no quería saber nada con el mundo, vivía afuera de mi casa o encerrado en el cuarto estudiando. El proceso que comenzó a los 13 con el secundario.
Pero quien quiere estar en su casa encerrado estudiando!? No más del necesario!
Así que fue muy duro cuando mi vieja se entero allá por Mar del Plata Summer ´91 que yo fumaba, claro que por el buche de mi hermano, que iba a contarle corriendo todo lo malo que yo podía estar haciendo. Pero bueh, todo ok bro yo también te la devolvía re wacho con la misma moneda. Sin rencores, en definitiva, me estabas cuidando la salud! Quién te lo iba a decir, un pionero del tema.
Entonces no tardó todo ese vicio en hacerse carne, creo que para mis dieciocho no me faltaba nada, ningún vicio, pues los tenía a todos, casi a todos.
Hasta tenía una novia hermosísima del tipo clockwork Orange que no me dejaba dormir, ah que amor deus!
Estábamos todas las noches caminando por Libertador, Cabildo, Lugano, Saavedra, por Olivos (ah que lindo el miradorcito de merceditas…), la plaza de San Isidro, fuimos a Mar del Plata juntos en una sesión interminable de sexo en un hotel cerca de la playa la Perla, la rambla! Nah increíble. Pero el caso es que nuestra nutritiva comida eran, las cientos de latitas Bud que nos tomábamos. Y los puchos claro, a lot of them. Nada más.
Así terminamos aj! Jeje. Que triste que es la vida a veces. Qué intensa.
Hasta ese momento de mi vida, nunca había tenido tan tan tan buen sexo. Nunca había tenido sexo con una novia es más!
Bueh, mi tercer amor full en vida, a los 18 años recién cumplidos! Che y ahora que lo pienso, siempre enamoradizo el pibe, pero no será mucho? Hummm.

No. No era virgen pues debute a los 14 en mi cuarto, con una chica de Barrio Norte que lamentablemente no recuerdo como se llamaba, pero no era mi novia, y junto con mi amigo inseparable de aquel entonces, la clavamos los dos, o sea debutamos juntos ese día pues el pibe también era virgen! Que tul eh. Igual hubiera deseado un amor así tipo-novios-duraderos-poco-más-normal-la-situ, y no algo tan freaky. Es que eran tantas las chicas disponibles!
Tarde en debutar porque no se qué santurrón me puso en la cabeza que tenía que amar a la chica con la cual fuera a hacerlo por primera vez. Y como me costaba amar…huía al asunto! Enamorarme wow si, me encantaba.
O sea levantar el teléfono, llamar, que vengan a tu casa total estabas todo el día solo luego del cole.
No sé, las relaciones carnales se hicieron codo a codo con el disfrute del buen cigarrillo después del sexo salvaje. Amantes, fumadores, licorcito, sahumerios, humo.

Se que intenté tres veces en mi vida dejar de fumar, las dos primeras, creo que fui tan pero tan militante del Tao y el Zen budista, épocas de la revista Uno Mismo, allá por el ´94 en Mendoza que incluso unos 6 meses sin fumar, me tenía contando los días, como la gente de AA, ponele. Se sufría incluso por no hacerlo!
Re dependiente mal aun no fumando, cualquiera el vicio, horrible cualquier cosa que me tenga dependiente. Detesto la dependencia. Y vaya si dependí en esta vida de algunos!
O sea, nunca me banqué depender de nada ni de nadie. No al menos en aspectos tan íntimos, tan míos, como es el cuerpo de uno, la salud más íntima.
De pequeño era enfermizo, siempre tenía problemas en los oídos, en la garganta, con los dientes, no sé miles. Siempre con doctores de acá para allá. Incluso me operaron a los 14, poco después de que se murió mi abuela Gilda. Viste que todo tiene Un porqué.
Pero que onda, que con la adolescencia se me fueron todas las averías que podía tener (incluso las enfermedades comunes como catarro o gripes eventuales no sé, ya que todos los años que fume rara vez caí enfermo de algo y jamás me suele doler nada, even now: son los resultados de haber tomado toda pero toda la lechita viste?), la vergüenza también se me cayó, nadie nunca jamás me pudo volver a agarrar. Indomable.
Todos except Viv. Claro está. Bitch si las hay.
Muy a pesar de muchos. Ella también fumaba, pero nunca tanto, siempre su promedio era como mucho unos diez puchos diarios, aunque como a muy pocas otras mujeres, que lindo que le quedaba el paquete rojo en la mano…buh. Engaña.
El tema es que a ella siempre le molestó el cenicero que era mi casa, cuando vivía con Mom & mi Bro, claro, en la casa de ella nadie fumaba, el hermanito menor era asmático, su padre ex fumador incluso (de tanta partuza y puchos perdió ¾ de la capacidad pulmonar así que…) Entonces ella miraba con desprecio el vicio, pero yo no me hacía la idea del por qué coñazo fumaba. En fin.
Para mi fumar era parte de la religión, era de todos los días, me molestaba, pues no me bancaba el humo sinceramente, aunque siempre andaba sahumeriando mi cuarto o donde se fumase, incluso ventilando porque no me banqué nunca la humareda de la típica reunión de muchos y múltiples puchos…en invierno era imposible, así que imagina el baho eh.
En fin, hasta mis 20 mi cuarto era mi santuario, mi cueva, mi lugar en el mundo como muchos de uds. saben, y vivieron y durmieron allí.
Hasta que me fui a vivir solo. O con Viv bah. Y ahí nunca más me agarraron pues eso de alquilar tenía su onda, vivía haciendo fiestas, como aquella memorable del 95 llena de gente la casa vieja de Mercedes, bailando todos Jovanotti + IKV arriba de la mesa incluso nah, que Viv (y Danilo mamita que cholulo que estabas en esa época, je ya te estabas preparando para ser abogadillo!) había traído de Italia, o sea men, que partuzas! Incluso en otras fiestas posteriores me encantaba estar fumando dos puchos a la vez, uno en cada mano (siempre con anillos de alpaca y plata en las manos cosa que me gustaba siii) –el ante último con grabados celtas lo perdí en Cemento en el reci de Control Machete carajo, me agache para buscarlo y todo!-, y apagarlos por la mitad, poco después, tenía su onda, me gustaba mucho…
Es que algo que influye de pendex adolescente…cuando vas a bailar, cuando haces tanto recital como yo, y siempre tenías unas copas encima, no se si te pasaba pero a mi me daban unas ganas insanas, eufóricas de fumar, cosa que hoy claro no sucede. Paquetes. Cuando salíamos, hablábamos de pa-que-tes.
Épocas de Zelda (siamesa hermosa y como te lloré el día que te moriste la putmadrquemeparió-jamás-lloré-tanto-a-un-animal), y Karaoke en todas las fiestas at middles of ´90s.
Generation X ésta! Nosotros éramos la Generación XY.
Recuerdo que habíamos pintado el cuarto de color durazno, la cocina color Milka y el comedor de color amarillo patito…jeje que wachos y nos creíamos ultra fashions! si claro entrar ahí era una galería de arte…cuando vio su casa el gallego choto ese, por poco se muere.
Pero de aquella época nos quedó la costumbre de colgar en corcho todas las postales del mundo, las entradas a recis, y las pics de la familia, y otros etcéteras diversos…
Pero claro a mi las figuritas religiosas me pueden, asi que tambien me puse a la Virgen María ahí pequeña, hermosa en la entrada del patio interno, y seguro que alguna imagen del buen Jesú.
Que viejo de mierd ese que nos alquilaba. Por eso, entonces aun en esas épocas, los atados de pucho, de reserva incluso, no sea cosa que falten, estaban arriba de la heladera, o recuerdo que en las fiestas me gustaba desembolsarlos y ponerlos semiabiertos por los lugares de la casa, así los invitados se servían…luego con los años vinieron las cajitas de madera made in India vía Puerto de Frutos, y ahí metimos todos los puchos de la casa, por años esa costumbre perduró.
Varias cajitas de madera de esas, puestas como al descuido para el visitante fortuito.
Pero a mis casi 23 años vendría Laila. Y yo cagado en las patas padre primerizo imaginate que no iba a andar fumándole a mi hermosísima heredera. Así que dejé, por unos meses, casi sin quererlo…
Nadie podía fumar estando cerca de mi hija. Si fumabas, antes de tomarla, pues lavate todo lo que puedas, la boca y las manos. Sino, no la levantabas, y que problemas que tenía con los fumadores! Re talibán el chabón, pero bien, me gusta como era. Y Viv me apoyaba claramente.
Viv-Mom, te tenía cagando, en ninguno de los tres embarazos fumó, no te hubiera dejado tampoco, pero por decisión propia los dejaste prudencialmente desde el mismo momento en que quedaste embarazada de Lai y por cuatro años más hasta el 2002. Y eso me gustó.
Así de sanos y fuertes están hoy en día. Aparte que son hijos de polvos jóvenes!
Del desenfreno de la noche! NO fueron concebidos de día te lo aseguro, no one! Ja!
Nah, el tema es que desde que soy papá en mi casa nunca se pudo fumar ni quisimos que nadie fumara, incluso mi vieja que siempre fue una zarpada con ese tema, o sea, “no me interesa en los más mínimo tus normas” +”me importa un huevo que no se pueda fumar” recién estos años cayo que tenía que respetar a los chicos, pues aparte carajo, son tus nietos.
Mira Dios, gracias a Dios que no me tocaron abuelos como estos cuatro que pobrecitos le tocaron a los chicos, sino me agarraba un ataque de concha no sé.
Broma Mom, vos sos masa!
Yo, nieto fatal, tuve a los dos Nonos inmanentes ahí siempre defendiéndome, dándome todo y doy gracias a todo el mundo que hizo posible que estos dos viejitos hermosos, buenísimos conmigo y con mis hijos, hayan estado siempre a mi lado.
Lastima que hoy día estemos peleados a full. Pero ese es otro tema. Del cual dudo que ponga alguna palabra aquí alguna vez. Pero bueh, esas son las consecuencias de estar del lado de Kuky “Junior”, pues el que las hace, las paga viejo.
Estoy probando de mi misma medicina digamos. La traición es lo peor que le puedes hacer a un ser humano, junto con el abandono. La traición que asume la forma de mentira. De complot agrio y cruel porque va por atrás.
Y la venganza también claro.
Pero bueh, volviendo al relato putanesco del pucho y sus avatares, el caso que ser Dad-Fumador, si bien influyó en el entorno de los chicos, pues en ninguno de los 5 hogares en los que estuvimos hasta ahora se puedo fumar cerca de ellos o en algún ambiente cerrado donde ellos estuvieran…no hizo disminuir mi dependencia al tabaco. De hecho, con el tiempo y más en estos últimos 5 o 6 años, puff, llegué a fumar como un escuerzo casi un paquete y medio…o sea mal mal.
Ahí si SOS Cenicero-Men. De una, no te podes hacer el lindo, garrincha con esa barba, haciéndote el old & wise curtido en invierno que se fuma un pucho histérico tras otro. Bueh, así estuve estos últimos años por Dios que asco. Aun no me la puedo creer del todo.
El tema es que ni el análisis de diván, claro que ni se trató el tema del pucho dados los graves asuntos que me llevaron a hacer psi casi dos años, pero a la Doc le re molestaba que yo me prendiera en sesión, un pucho, era tal la repulsión, y vaya si la entiendo naw…
El tema es que hace un casi año atrás, y no sé porqué merd, pero me levanté y dije: “no fumo más” y así fue. Recuerdo que mi hermano, siempre con ese tacto que lo caracteriza, la noche anterior se había fumado el último pucho que tenía reservado para la noche por si me levantaba a la madrugá, pues estaba meditando dejar de fumar e hipotéticamente, ese sería mi último pucho, pero bueh, vi que no cazo la indirecta y ahí fue…mi último pucho que no fue, se lo fumo mi hermanito. El tampoco fue nunca de fumar mucho. Ahora no sé nada del tipo.
Es que está viviendo tan lejos…

Estuve 15 años fumando.
Poco después de cumplir los treinta, lo dejé. No intenté dejarlo. Lo dejé y punto!
Se había acabado eso de salir en cualquier momento del año, a cualquier hora, hacia cualquier lugar con el auto, porque se habían acabado los puchos y estabas caliente con ganas de tomar mate a la madrugá frente a la PC.
Se acabó eso de tener coronita y como nadie fumaba en mi casa, yo era el único, y en el único lugar donde se podía fumar, que era la cocina comedor, fumaba. Tonces se levantaban los chicos, y por más sahumerio, Lisoform, o merda que le metas al ambiente, a ellos el humo no, pero sí ese olor tan particular les llegaba, en su desayuno. Pobrecitos. Decí que duró poco.
Ni hablar de salir al patio a fumarse los puchos matinales pre-día.
Esos que realmente te convierten en adicto mal. Los nudillos blancos del frío, pero vos fumando. Cualquiera.
Incluso hoy en día no puedo entender, a pesar de ser un tipo siempre de pastillitas sin azúcar en la boca, siempre preocupado por mis dientes y su color, por mi gusto y mi perfume por la ropa y el cuerpo, como tantas pero tantas mujeres NO fumadoras, pudieron estar conmigo.
Aspirar mi humo. See, es romantique quizás, pero no para mi.
A mi siempre de siempre de los nunca jamases me gusto siquiera estar cerca del pucho ajeno, me da nauseas.
Imagínate una UBA, imagíname a mi alli, re vicioso, pero sin fumar dentro del aula, cosa que siempre respeté, oliéndome a todos estos salames que tenía de cumpas, tragándome la convivencia semi profesional a patadas. Que horrible.
Y que terrorífico, aún siendo fumador subir a un colectivo y estar cerca de alguno que huele recalcitrante a pucho de toda una jornada de oficina! Bueh, yo mismo era uno de ellos back in time. De terror.

Mira, a lo que te iba al contarte mi experiencia con el tabaco es que, realmente no disfrutas de los momentos que la vida dulcemente o no, pone en tu camino. Los verdaderos momentos llevan en su plenitud, el mensaje cargado de los sentidos, los cinco sentidos o más aún, al máximo, para poder disfrutar a pleno del camino que se llama vida, de tu familia, de aquellas situaciones que te dan placer pero que no te destruyen. De los objetos que te dan placer también por qué no?

El cigarrillo te mata.

Es un engaño, no puede darte placer aquello que está interrumpiendo tu Ka (tu energía vital), esto es así ya que tu cuerpo recibe el oxígeno del mundo, aquel que procesan tus pulmones, tu organismo se nutre del proceso respiratorio para que puedas seguir funcionando bien y el oxígeno que te entra, cumpla la función de mantenerte vivo, para el disfrute tuyo y el de la gente que te ama y te necesita vivo/a!
El cuerpo sabe! Lo peor que podes darle a la gente que te quiere es morirte a cada rato, frente a sus narices con cada inhalación de cigarro que haces. Es una falta de respeto hacia la vida propia que tanto tienes que cuidar, como a la ajena.
Yo desde que no fumo, tengo otro olfato, otro tacto, otra mirada, y mis dientes están mucho más blancos. Al menos no huelo como un cenicero!
Soy un ser humano superior, por el simple hecho de no fumar y haberlo hecho tanto tiempo. Me estoy reDescubriendo, ya que me perdí de gustarme tal como era allá cuando tenía 15, 20, 25, cuando fumar se había hecho hábito y muerte!
Y hasta te digo es anormal eso de haber dejado de fumar de un día para el otro, no pensé en un milagro ni en nada religioso, pues en el fondo siempre me molesto el pucho, el vicio en sí mismo controlando mi voluntad, justo yo un indomable de las cuestiones humanas (y las del más allá también…)
Digamos que el control de mi mente-cuerpo por este alien llamado “industria del tabaco” me gobernaba en contra de mi mismo no me cerraba del todo. Rabioso en esencia. Por ese motivo había un profundo germen de rebelión, siempre latente en mí. Géminis qué querés!

Ojalá que la persona que me enamore, conocida o no, y no se si para siempre, viste como es esto de vivir, pero i wish so deeply que no fume…es un deseo tan íntimo.


Saludos a los chicos, besos a las chicas!

Gemini del Caos Primigenio Del Verdadero Big Bang.

jueves, 13 de enero de 2005

New Kung Fu Generation



(mientras escucho el nuevo compilado de Duran Duran que me hice luego de varias décadas de big faneo: 58 temazos...careless memories...)
En el barrio de mi infancia o sobrevivías a los golpes o eras un capo con chamuyo y zafabas cual zorro.
Yo estaba justito entre las dos clasificaciones.
Cuando podía intuir que me iba a destruir la mole que tenía enfrente, me lo chamuyaba hasta la locura, terminábamos ok y a otra cosa. Pocas veces me salió mal.
Recuerdo una vez ir caminando...era verano...

"Íbamos tranquilos por el barrio con chiqui y alguien más que no recuerdo, en una de esas de la oscuridad sale un mono con un cuchillo de carnicero enorme, agitándolo al viento al grito sapucai de ¡te matoooo!...
Media vuelta y con cara de "eh!?" nos dimos cuenta que venía directamente hacia nosotros dos, objetivo: sho mesmo claro.
Corrimos como dos correcaminos, aunque siempre veloz, este tipo tenía más años que yo además de ser mucho más alto y corpulento.
Mientras alrededor de varios autos, arboledas, paradas de colectivos, marcábamos la danza asesina al ritmo de "Under my Thumb" de los Rolling Stones sonando desde alguna ventana cercana. Mi amigo por aquel entonces fue hasta la otra punta del barrio a buscar a la gente que nos defendía...
No se como fue pero a los pocos minutos, cuando me cansaba de correr y el tipo blandiendo ese metal corta-vacas por el aire detrás mio, maldiciendome con la cara desencajada, bien psico el guy morochon, se detuvo en seco al ver que frenaron dos autos carísimos, y un camión lleno de gente cortando la avenida del barrio.
Los tres carros en forma de U, el tipo pálido, horrendo en su desesperación ve como uno a uno salen de los autos con palos, armas, cadenas, y lo que te imagines, con las caras más scarface que hayas visto jamás, eran los dealers del barrio, nosotros desde hace rato, sus protegidos.
Cada uno de ellos era peligrosissimo, buscados por cualquier tipo de organismo oficial, y algunos con pedido de captura internacional e interpol. Todos refugiados en distintos aguantaderos del barrio.
Uno de ellos, el líder indiscutido de todos, "el negro german", el más temido, el que más guita había "hecho" estaba a la cabeza de unas veinte personas, super peligrosas todas.
Aquella demostración de poder a ninguno les bastaba, nosotros éramos sus mascotas, sus camellos, nadie nos tocaba.
Querían sangre.
El tipo en cuestión, loco, ido de temor y angustia, tiro el cuchillo y prendió fuego su camino con la fatal huida. Salen corriendo los "tiburones" a perseguirlo.
Pero tarde pues el tipo llamado "Gigena" o algo asee, se metió raudamente en un edificio cercano.
En medio de la negociación por que salga para asesinarlo, se demolió el edificio con balas, piedras, cadenazos. Todo era bien bien descontrolado.
La comisaría estaba a dos cuadras, pero nunca, jamás se metían con esta gente, con nosotros.
Todo eso cambió años más tarde claro. Cuando a los caudillos políticos de la zona no les eran más útiles petardos tan pesados relacionados con la droga y el manejo de las armas.

Volviendo al relato, me llego a enterar en medio de ese descontrol, el tipo dentro del edificio en pleno llanto, diciendo por qué quería descuartizarme...

El tema es que unas noches antes, pasabamos los cuatro amigos que eramos inseparables Chiqui (termino re mal por las drogas, nunca más lo volví a ver, eramos re amigos pero por una novia que yo tenía y que él se había enamorado terminamos matándonos a trompadas), Coqui (muerto en los noventas en un tiroteo, hijo de un chorro re conocido que administraba varios "aguantaderos" del barrio, varias veces preso por robo, hermano de la "japo", minita divina si las había), Bebe (el más terrible de todos nosotros, super peleador, super drogón -hoy sería como un pibe cumbia villera multiplicado por mil, un chabón re copado, pero que super tatuado, preso desde pequeño varias veces también se hizo super chorro de bancos y salideras, muerto dudosamente también pero no se como ni donde) y Mauricio (mi mejor amigo en ese entonces, jugaba re bien a la pelota, en un club conocido de la zona, re ganador de minas, decían todos que eramos gemelos, aunque más tarde conoció la falopa, las pastas, el alcohol, el choreo, y las armas... -asesinó a varias personas, en varios distintos asaltos, hasta que lo agarraron hace como diez años. Está preso, se convirtió en un evangelista como todos en la cárcel y tiene condena para rato, pues no se le ocurrió mejor idea que meterse en la casa de un famoso político, y matarle a los custodios para robar...). Aparte de afanarle una vez la billetera en Balalaika a Viv el muy salame sin límites, ahí le corte el mambo, y nunca más lo admití en mi mundo, cosa apartante y degradante si la hay.
Me perdí! Entonces íbamos caminando los fabulosos 4 por una calle oscura, por un pasaje, cuando vemos que dos tipos grandes le están entrando a patadas a alguien "conocido" del barrio, lo están moliendo a palos, asi que como no sabíamos qué pasaba nos corrimos y seguimos caminando, supuestamente se había quedado con un vuelto de un encargo de marihuana...entonces le estaban pidiendo amablemente el dinero o el grass en su estado puro.
Cuenta el tipo, presa de la desesperación, que nosotros pasamos y que sho me le reí gozandolo cuando lo estaban picando a palos en el piso, nada que ver claro. No soy así, y recuerdo muy bien que pasamos, mudos, sin querer meternos ni interceder por el tipo. Siempre había garcas en ese barrio, algunos peligrosos que se quedaban con las cosas ajenas...
Así que solo saltábamos por la gente conocida. De confianza.
Bien, el tipo creyó oír eso, no sé, así que como era una vulgar fantasía, vaya uno a saber por qué justo conmigo, me prendí un pucho de los que siempre fumé, aspire hondo la droga y me pregunté: -Porqué siempre yo metido en quilombos?"

Uds. me creen capaz de burlarme de alguien que está pasando por ese mal trago???
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Mientras le estoy exprimiendo un jugo de naranjas a mi amado Juan Crux, me pregunto cuántas cosas pasarán en su vida llenas de peligro, con lo Fernández que es, con lo lindo que me salió, temo por él, así lleno de inocencia como lo veo ahora, tan copado y encantado con los Thunderbirds de Pixar...
Este país es así de hermoso, y así de peligroso.
Mejor dicho en esta megatropolis que se llama Ciudad de Buenos Aires.

(Aaaaah! Suena RIO de Duran y me desvanezco entre las páginas de Armand de Anne Rice que me faltan solamente 50 pags...)