El pucho estuvo en los momentos más importantes de mi vida.
Aún en aquellos en los cuales no le he invitado.
Estuvo en mi debut sexual incluso.
Estuvo entre los primeros secretos de mis más infantiles relaciones pre-adolescentes, tipo cofradías, con esos mismos chicos con los cuales armas los primeros partiditos de fútbol en el barrio.
También allí donde comenzaba a compartir otros aspectos de la vida humana, la amistad primera.
Recuerdo tal cual como robaba los primeros cigarros a mi vieja. Me preparaba para el hecho e iba decidido al asalto. Ella dejaba el paquete en la mesa ponele, sin sospechar que un niño de 12 años podría tentarse, pero se equivocó, pues para eso era madre, para ir haciéndose en el camino y errarle porque para eso tenía a su primer hijo-conejillo-de-indias. Así que, tomaba mi walkman, el bronceador, una bolsa transparente de no sé qué cosa para meter todo adentro, y un pucho suelto o dos. Al principio.
Y decía que salía a jugar con los pibes. Me iba a la terraza. Que era tan alta como 15 pisos, pero del terror a que alguien me viera en plena wachada transgresora, no me bastaba esconderme en algún rincón a ver si subía algún vecino de esos que siempre hubo, re buchones, y le decían a mi vieja, la cual me azotaría sin piedad, no solo por ladronzuelo, sino por fumar a escondidas.
El caso es que me subía al tanque de agua, mucho más arriba que la terraza donde todos los mortales colgaban su ropa, con la escalera misma para subir al tanque que daba al vacío, bien lejos de cualquier chusma humana.
Mira si hubiera tenido mala suerte en alguna de esas osadías, vos no hubieras sufrido tanto! Jej.
Ahí arriba, siendo un lugar tan hermoso, tan peligroso, yo me sentía en comunión con el universo, era yo, mi bolsita transgresora de verano, y bueh a disfrutar de la vista, del hermoso horizonte, que siempre me atrajo e hipnotizó, más allá debe haber tanto! Pensaba con las manos bajo mi mentón, tomando sol de espaldas al cielo.
Desde esa terraza también hacía mis diabluras aparte, o sea, subir para tirarles bombitas de agua a los demás en carnaval, aunque nunca maté ni le pegué a mortal alguno claro está.
El tema es que nadie tiraba para pegarle a alguien, sino creo que para asustar, nunca tuve mala puntería de todos modos.
Qué hermosos que eran mis veranos porteños de pequeño, buenísimo eso de andar yirando con una sed acuciante, pararte en el porche de alguna casa ajena del barrio de “las casitas” ponele, furtivamente agacharte en la canilla del jardín a beber unos tragos de aquel líquido bendito luego de haber jugado un fútbol, de haber caminado bocha por ahí, inclusive fanas de las bicis como éramos (hasta hemos hecho tunning de bicis!)…la mayoría de las veces ningún vecino te decía nada. Otras veces salíamos rajando.
Volviendo al pucho…tenía más o menos doce años al haber pitado las primeras horrendas bocanadas. Bueh, como cuentan todos, jamás aprendí a fumar del todo bien.
Esto es, nunca fui capaz de “tragarme el humo” y luego sacarlo nuevamente una vez pasado por todo mi aparato respiratorio. No, nunca y no sé por qué aprendí del modo en el que fumaban todos. Raro. De todas formas fue algo que visiblemente me ayudo con el tiempo a no estar tan hecho mierda de salud. Veamos.
El tema es que menos que menos aprendí a echar humo como algunos asquerosos que he conocido en este camino, que lo sacaban cuando querían por la nariz! Nah, aun me da nauseas.
El tema es que no me hice fumador de ley sino hasta más o menos los 15 años.
Por aquella época, casi toda la gente que yo conocía o que veía de cerca, había debutado con las drogas más comunes, por ej. Cocaína, marihuana, alcohol y claro, pastillas no prohibidas no recetadas.
Yo era re santino por esos tiempos y andaba detrás de estos pelotudos como si fueran mis hermanitos menores, cagandolos a pedos, persiguiendolos, denunciándolos con su familia, etc. Nah, hoy la pienso y no la puedo creer. Que mal que terminaron muchos de ellos chicos.
Por entonces corría el año ´90 creo y recuerdo que estaba enamoradísimo de Paula. Mi segundo gran amor. Ella en ese entonces hacía danza, y era súper linda, re agradable y rubia como a mi me gustaban las chicas, hasta que la tuve a ella claro. Una vez que estás ahí, ya no son todas iguales.
El caso es que siempre tenía conmigo el paquetito de diez.
Siempre fumé Marlboros. Y rara vez otra cosa encendía.
Con el tiempo y el paso de esos años, en los noventas, fumar era parte de la vida cotidiana.
Se ve que era propenso pues mis padres eran fumadores, y mis abuelos maternos. Mi tía Kuka también fumaba. O fuma andar a saber.
Cuenta la leyenda y las fotos familiares que mi vieja estando embarazada de mi, fumaba, poco, pero fumaba al fin.
El caso es que en mi casa, durante mi adolescencia, todo el mundo fumaba! Era una casa con todas las reglas de fumadores. El novio espantoso que tenía mi Mom por esa época, por dios, ese chabón si que fumaba!
En casa se fumaba con el mate en ayunas. Se llenaban los ceniceros al toque (yo era el guy que siempre los vaciaba, los lavaba), cualquiera que pasaba por casa sabía que allí había puchos, entre otras cosas claro está.
Yo siempre en la mía, en mi bunker que era mi cuarto, siempre perfumado, siempre con posters, tarjetitas y recuerdos por todos los rincones, siempre con ese toque tan rock que tenía por cada cajón, pero fija mi cenicero ahí. Y mis amigos y amigas, y amantes también sabían que allí podíamos estar tranquilos, fumando. Pero para eso corrió mucha agua por el río…y muchas chicas.
Mi vieja siempre se mostró súper enemiga de que nosotros fumásemos, a mi me persiguió tremendamente, hasta me olía la boca cuando volvía de bailar, cosas así hasta más o menos los 17! Un horror, pero claro, era el mayor, y la verdad, no quería saber nada con el mundo, vivía afuera de mi casa o encerrado en el cuarto estudiando. El proceso que comenzó a los 13 con el secundario.
Pero quien quiere estar en su casa encerrado estudiando!? No más del necesario!
Así que fue muy duro cuando mi vieja se entero allá por Mar del Plata Summer ´91 que yo fumaba, claro que por el buche de mi hermano, que iba a contarle corriendo todo lo malo que yo podía estar haciendo. Pero bueh, todo ok bro yo también te la devolvía re wacho con la misma moneda. Sin rencores, en definitiva, me estabas cuidando la salud! Quién te lo iba a decir, un pionero del tema.
Entonces no tardó todo ese vicio en hacerse carne, creo que para mis dieciocho no me faltaba nada, ningún vicio, pues los tenía a todos, casi a todos.
Hasta tenía una novia hermosísima del tipo clockwork Orange que no me dejaba dormir, ah que amor deus!
Estábamos todas las noches caminando por Libertador, Cabildo, Lugano, Saavedra, por Olivos (ah que lindo el miradorcito de merceditas…), la plaza de San Isidro, fuimos a Mar del Plata juntos en una sesión interminable de sexo en un hotel cerca de la playa la Perla, la rambla! Nah increíble. Pero el caso es que nuestra nutritiva comida eran, las cientos de latitas Bud que nos tomábamos. Y los puchos claro, a lot of them. Nada más.
Así terminamos aj! Jeje. Que triste que es la vida a veces. Qué intensa.
Hasta ese momento de mi vida, nunca había tenido tan tan tan buen sexo. Nunca había tenido sexo con una novia es más!
Bueh, mi tercer amor full en vida, a los 18 años recién cumplidos! Che y ahora que lo pienso, siempre enamoradizo el pibe, pero no será mucho? Hummm.
No. No era virgen pues debute a los 14 en mi cuarto, con una chica de Barrio Norte que lamentablemente no recuerdo como se llamaba, pero no era mi novia, y junto con mi amigo inseparable de aquel entonces, la clavamos los dos, o sea debutamos juntos ese día pues el pibe también era virgen! Que tul eh. Igual hubiera deseado un amor así tipo-novios-duraderos-poco-más-normal-la-situ, y no algo tan freaky. Es que eran tantas las chicas disponibles!
Tarde en debutar porque no se qué santurrón me puso en la cabeza que tenía que amar a la chica con la cual fuera a hacerlo por primera vez. Y como me costaba amar…huía al asunto! Enamorarme wow si, me encantaba.
O sea levantar el teléfono, llamar, que vengan a tu casa total estabas todo el día solo luego del cole.
No sé, las relaciones carnales se hicieron codo a codo con el disfrute del buen cigarrillo después del sexo salvaje. Amantes, fumadores, licorcito, sahumerios, humo.
Se que intenté tres veces en mi vida dejar de fumar, las dos primeras, creo que fui tan pero tan militante del Tao y el Zen budista, épocas de la revista Uno Mismo, allá por el ´94 en Mendoza que incluso unos 6 meses sin fumar, me tenía contando los días, como la gente de AA, ponele. Se sufría incluso por no hacerlo!
Re dependiente mal aun no fumando, cualquiera el vicio, horrible cualquier cosa que me tenga dependiente. Detesto la dependencia. Y vaya si dependí en esta vida de algunos!
O sea, nunca me banqué depender de nada ni de nadie. No al menos en aspectos tan íntimos, tan míos, como es el cuerpo de uno, la salud más íntima.
De pequeño era enfermizo, siempre tenía problemas en los oídos, en la garganta, con los dientes, no sé miles. Siempre con doctores de acá para allá. Incluso me operaron a los 14, poco después de que se murió mi abuela Gilda. Viste que todo tiene Un porqué.
Pero que onda, que con la adolescencia se me fueron todas las averías que podía tener (incluso las enfermedades comunes como catarro o gripes eventuales no sé, ya que todos los años que fume rara vez caí enfermo de algo y jamás me suele doler nada, even now: son los resultados de haber tomado toda pero toda la lechita viste?), la vergüenza también se me cayó, nadie nunca jamás me pudo volver a agarrar. Indomable.
Todos except Viv. Claro está. Bitch si las hay.
Muy a pesar de muchos. Ella también fumaba, pero nunca tanto, siempre su promedio era como mucho unos diez puchos diarios, aunque como a muy pocas otras mujeres, que lindo que le quedaba el paquete rojo en la mano…buh. Engaña.
El tema es que a ella siempre le molestó el cenicero que era mi casa, cuando vivía con Mom & mi Bro, claro, en la casa de ella nadie fumaba, el hermanito menor era asmático, su padre ex fumador incluso (de tanta partuza y puchos perdió ¾ de la capacidad pulmonar así que…) Entonces ella miraba con desprecio el vicio, pero yo no me hacía la idea del por qué coñazo fumaba. En fin.
Para mi fumar era parte de la religión, era de todos los días, me molestaba, pues no me bancaba el humo sinceramente, aunque siempre andaba sahumeriando mi cuarto o donde se fumase, incluso ventilando porque no me banqué nunca la humareda de la típica reunión de muchos y múltiples puchos…en invierno era imposible, así que imagina el baho eh.
En fin, hasta mis 20 mi cuarto era mi santuario, mi cueva, mi lugar en el mundo como muchos de uds. saben, y vivieron y durmieron allí.
Hasta que me fui a vivir solo. O con Viv bah. Y ahí nunca más me agarraron pues eso de alquilar tenía su onda, vivía haciendo fiestas, como aquella memorable del 95 llena de gente la casa vieja de Mercedes, bailando todos Jovanotti + IKV arriba de la mesa incluso nah, que Viv (y Danilo mamita que cholulo que estabas en esa época, je ya te estabas preparando para ser abogadillo!) había traído de Italia, o sea men, que partuzas! Incluso en otras fiestas posteriores me encantaba estar fumando dos puchos a la vez, uno en cada mano (siempre con anillos de alpaca y plata en las manos cosa que me gustaba siii) –el ante último con grabados celtas lo perdí en Cemento en el reci de Control Machete carajo, me agache para buscarlo y todo!-, y apagarlos por la mitad, poco después, tenía su onda, me gustaba mucho…
Es que algo que influye de pendex adolescente…cuando vas a bailar, cuando haces tanto recital como yo, y siempre tenías unas copas encima, no se si te pasaba pero a mi me daban unas ganas insanas, eufóricas de fumar, cosa que hoy claro no sucede. Paquetes. Cuando salíamos, hablábamos de pa-que-tes.
Épocas de Zelda (siamesa hermosa y como te lloré el día que te moriste la putmadrquemeparió-jamás-lloré-tanto-a-un-animal), y Karaoke en todas las fiestas at middles of ´90s.
Generation X ésta! Nosotros éramos la Generación XY.
Recuerdo que habíamos pintado el cuarto de color durazno, la cocina color Milka y el comedor de color amarillo patito…jeje que wachos y nos creíamos ultra fashions! si claro entrar ahí era una galería de arte…cuando vio su casa el gallego choto ese, por poco se muere.
Pero de aquella época nos quedó la costumbre de colgar en corcho todas las postales del mundo, las entradas a recis, y las pics de la familia, y otros etcéteras diversos…
Pero claro a mi las figuritas religiosas me pueden, asi que tambien me puse a la Virgen María ahí pequeña, hermosa en la entrada del patio interno, y seguro que alguna imagen del buen Jesú.
Que viejo de mierd ese que nos alquilaba. Por eso, entonces aun en esas épocas, los atados de pucho, de reserva incluso, no sea cosa que falten, estaban arriba de la heladera, o recuerdo que en las fiestas me gustaba desembolsarlos y ponerlos semiabiertos por los lugares de la casa, así los invitados se servían…luego con los años vinieron las cajitas de madera made in India vía Puerto de Frutos, y ahí metimos todos los puchos de la casa, por años esa costumbre perduró.
Varias cajitas de madera de esas, puestas como al descuido para el visitante fortuito.
Pero a mis casi 23 años vendría Laila. Y yo cagado en las patas padre primerizo imaginate que no iba a andar fumándole a mi hermosísima heredera. Así que dejé, por unos meses, casi sin quererlo…
Nadie podía fumar estando cerca de mi hija. Si fumabas, antes de tomarla, pues lavate todo lo que puedas, la boca y las manos. Sino, no la levantabas, y que problemas que tenía con los fumadores! Re talibán el chabón, pero bien, me gusta como era. Y Viv me apoyaba claramente.
Viv-Mom, te tenía cagando, en ninguno de los tres embarazos fumó, no te hubiera dejado tampoco, pero por decisión propia los dejaste prudencialmente desde el mismo momento en que quedaste embarazada de Lai y por cuatro años más hasta el 2002. Y eso me gustó.
Así de sanos y fuertes están hoy en día. Aparte que son hijos de polvos jóvenes!
Del desenfreno de la noche! NO fueron concebidos de día te lo aseguro, no one! Ja!
Nah, el tema es que desde que soy papá en mi casa nunca se pudo fumar ni quisimos que nadie fumara, incluso mi vieja que siempre fue una zarpada con ese tema, o sea, “no me interesa en los más mínimo tus normas” +”me importa un huevo que no se pueda fumar” recién estos años cayo que tenía que respetar a los chicos, pues aparte carajo, son tus nietos.
Mira Dios, gracias a Dios que no me tocaron abuelos como estos cuatro que pobrecitos le tocaron a los chicos, sino me agarraba un ataque de concha no sé.
Broma Mom, vos sos masa!
Yo, nieto fatal, tuve a los dos Nonos inmanentes ahí siempre defendiéndome, dándome todo y doy gracias a todo el mundo que hizo posible que estos dos viejitos hermosos, buenísimos conmigo y con mis hijos, hayan estado siempre a mi lado.
Lastima que hoy día estemos peleados a full. Pero ese es otro tema. Del cual dudo que ponga alguna palabra aquí alguna vez. Pero bueh, esas son las consecuencias de estar del lado de Kuky “Junior”, pues el que las hace, las paga viejo.
Estoy probando de mi misma medicina digamos. La traición es lo peor que le puedes hacer a un ser humano, junto con el abandono. La traición que asume la forma de mentira. De complot agrio y cruel porque va por atrás.
Y la venganza también claro.
Pero bueh, volviendo al relato putanesco del pucho y sus avatares, el caso que ser Dad-Fumador, si bien influyó en el entorno de los chicos, pues en ninguno de los 5 hogares en los que estuvimos hasta ahora se puedo fumar cerca de ellos o en algún ambiente cerrado donde ellos estuvieran…no hizo disminuir mi dependencia al tabaco. De hecho, con el tiempo y más en estos últimos 5 o 6 años, puff, llegué a fumar como un escuerzo casi un paquete y medio…o sea mal mal.
Ahí si SOS Cenicero-Men. De una, no te podes hacer el lindo, garrincha con esa barba, haciéndote el old & wise curtido en invierno que se fuma un pucho histérico tras otro. Bueh, así estuve estos últimos años por Dios que asco. Aun no me la puedo creer del todo.
El tema es que ni el análisis de diván, claro que ni se trató el tema del pucho dados los graves asuntos que me llevaron a hacer psi casi dos años, pero a la Doc le re molestaba que yo me prendiera en sesión, un pucho, era tal la repulsión, y vaya si la entiendo naw…
El tema es que hace un casi año atrás, y no sé porqué merd, pero me levanté y dije: “no fumo más” y así fue. Recuerdo que mi hermano, siempre con ese tacto que lo caracteriza, la noche anterior se había fumado el último pucho que tenía reservado para la noche por si me levantaba a la madrugá, pues estaba meditando dejar de fumar e hipotéticamente, ese sería mi último pucho, pero bueh, vi que no cazo la indirecta y ahí fue…mi último pucho que no fue, se lo fumo mi hermanito. El tampoco fue nunca de fumar mucho. Ahora no sé nada del tipo.
Es que está viviendo tan lejos…
Estuve 15 años fumando.
Poco después de cumplir los treinta, lo dejé. No intenté dejarlo. Lo dejé y punto!
Se había acabado eso de salir en cualquier momento del año, a cualquier hora, hacia cualquier lugar con el auto, porque se habían acabado los puchos y estabas caliente con ganas de tomar mate a la madrugá frente a la PC.
Se acabó eso de tener coronita y como nadie fumaba en mi casa, yo era el único, y en el único lugar donde se podía fumar, que era la cocina comedor, fumaba. Tonces se levantaban los chicos, y por más sahumerio, Lisoform, o merda que le metas al ambiente, a ellos el humo no, pero sí ese olor tan particular les llegaba, en su desayuno. Pobrecitos. Decí que duró poco.
Ni hablar de salir al patio a fumarse los puchos matinales pre-día.
Esos que realmente te convierten en adicto mal. Los nudillos blancos del frío, pero vos fumando. Cualquiera.
Incluso hoy en día no puedo entender, a pesar de ser un tipo siempre de pastillitas sin azúcar en la boca, siempre preocupado por mis dientes y su color, por mi gusto y mi perfume por la ropa y el cuerpo, como tantas pero tantas mujeres NO fumadoras, pudieron estar conmigo.
Aspirar mi humo. See, es romantique quizás, pero no para mi.
A mi siempre de siempre de los nunca jamases me gusto siquiera estar cerca del pucho ajeno, me da nauseas.
Imagínate una UBA, imagíname a mi alli, re vicioso, pero sin fumar dentro del aula, cosa que siempre respeté, oliéndome a todos estos salames que tenía de cumpas, tragándome la convivencia semi profesional a patadas. Que horrible.
Y que terrorífico, aún siendo fumador subir a un colectivo y estar cerca de alguno que huele recalcitrante a pucho de toda una jornada de oficina! Bueh, yo mismo era uno de ellos back in time. De terror.
Mira, a lo que te iba al contarte mi experiencia con el tabaco es que, realmente no disfrutas de los momentos que la vida dulcemente o no, pone en tu camino. Los verdaderos momentos llevan en su plenitud, el mensaje cargado de los sentidos, los cinco sentidos o más aún, al máximo, para poder disfrutar a pleno del camino que se llama vida, de tu familia, de aquellas situaciones que te dan placer pero que no te destruyen. De los objetos que te dan placer también por qué no?
El cigarrillo te mata.
Es un engaño, no puede darte placer aquello que está interrumpiendo tu Ka (tu energía vital), esto es así ya que tu cuerpo recibe el oxígeno del mundo, aquel que procesan tus pulmones, tu organismo se nutre del proceso respiratorio para que puedas seguir funcionando bien y el oxígeno que te entra, cumpla la función de mantenerte vivo, para el disfrute tuyo y el de la gente que te ama y te necesita vivo/a!El cuerpo sabe! Lo peor que podes darle a la gente que te quiere es morirte a cada rato, frente a sus narices con cada inhalación de cigarro que haces. Es una falta de respeto hacia la vida propia que tanto tienes que cuidar, como a la ajena.
Yo desde que no fumo, tengo otro olfato, otro tacto, otra mirada, y mis dientes están mucho más blancos. Al menos no huelo como un cenicero!
Soy un ser humano superior, por el simple hecho de no fumar y haberlo hecho tanto tiempo. Me estoy reDescubriendo, ya que me perdí de gustarme tal como era allá cuando tenía 15, 20, 25, cuando fumar se había hecho hábito y muerte!
Y hasta te digo es anormal eso de haber dejado de fumar de un día para el otro, no pensé en un milagro ni en nada religioso, pues en el fondo siempre me molesto el pucho, el vicio en sí mismo controlando mi voluntad, justo yo un indomable de las cuestiones humanas (y las del más allá también…)
Digamos que el control de mi mente-cuerpo por este alien llamado “industria del tabaco” me gobernaba en contra de mi mismo no me cerraba del todo. Rabioso en esencia. Por ese motivo había un profundo germen de rebelión, siempre latente en mí. Géminis qué querés!
Ojalá que la persona que me enamore, conocida o no, y no se si para siempre, viste como es esto de vivir, pero i wish so deeply que no fume…es un deseo tan íntimo.
Saludos a los chicos, besos a las chicas!
Gemini del Caos Primigenio Del Verdadero Big Bang.
Soundtrack oficial de este post:
ResponderBorrar4AM de Babasonicos!
Nah, impresionante.
Así que siempre fuiste una especie de fumador que detestaba fumar.
ResponderBorrarMi caso fue mucho-muy-más común, yo si creía que era una delicia fumar, como todo fumador-estándar.
Menos mal que ya no.
¡Saludos!