Desde el primer día que nacimos, estamos muriendo. Algunos más lentamente que otros, pero muriendo nomás al fin y al cabo a cada paso del camino.
Es la única certeza de la vida que tenemos bien clara: Morir morimos todos. Más tarde, más temprano, pum nos llega y listo. A pasar a mejor vida, a la vida eterna, a ser parte de las estrellas, a ser alimento de la tierra. Ciclos.
Somos ciclos.
Mientras vivimos conscientemente estamos en nuestro ciclo vital, cuando morimos somos parte de otros ciclos. Sobre todo si trascendemos la muerte siendo parte de la vida de otros, en la memoria de otros. Puede ser la sociedad entera, la familia, los individuos que nos quisieron. Parte de la vida de otros cuando ya no estamos aquí. A eso el ser humano también lo llama eternidad. Quedar en la historia más allá de nuestro ciclo biológico en el planeta. Dejar una marca, una huella. Sobre todo positiva. Que le sirva a otros a tener más y mejor calidad de vida. Si no para qué estamos viviendo, no!?
Nuestros restos pasarán a alimentar a los organismos que nos consumirán una vez finalizada nuestra misión en la tierra. La vitalidad de estar vivo será el alimento de otros organismos y microorganismos como sustento biológico que se transformará en energía para que vivan su período aquí on earth. Seremos invariablemente enterrados o en forma de cenizas: producto final del abono en el planeta tierra. Se cierra un ciclo. Se abren otros desconocidos por nosotros.
Mutamos, cambiamos, y ya no estamos más.
Aquellos que morimos muuuuy lentamente porque no tenemos enfermedades preexistentes o trastornos biológicos de ningún tipo que nos impida vivir en plenitud o simplemente porque nos alimentamos bien y tenemos la energía suficiente para estar súper motivados, los que vamos a durar más y mejor, que tendremos una vida longeva, larga, somos los que nos dedicamos a tener una vida sana. Bah! Sana sana de monasterio no, pero bastante sana.
Esto quiere decir que le damos a nuestros genes, vía el organismo que nos tocó: la mejor alimentación para que metabolice la energía que le proveemos a diario. Debe ser energía de calidad claro está.
El cuerpo, la mente, el espíritu nos lo agradecerá con grandes recompensas a lo largo de la vida.
Otros mueren a diario y morirán más rápido. No solo porque les tocó un ADN medio fulero, sino que además, si te alimentas mal (o de más), no haces fitness o algún sport o simplemente tenés los vicios de la mayoría de las personas en el mundo: Fumar - Tomar Alcohol - Sobrepeso - Automedicarse - Consumir Drogas ilegales...
Bueno, esos mueren más rápido. Además de tener una vida de mierda sinceramente. Cero calidad that's true.
Morir morimos todos. Es bueno tener certezas. Es más bueno aún saber que cuando nos toque morir: hicimos todo lo posible para tener una vida en plenitud, con gozo, alegría, bienestar, riqueza espiritual, siempre ayudando a los que más necesitan y un amor a prueba de todo para aquellos que lo merecen.
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