Y trate duro, muy duro, de alejarlas a cada una de ellas de mi vida.
Con la misma pasión (o más) que le puse para conquistarlas, enamorarlas, cazarlas, cogerlas, amarlas, quererlas, mimarlas y mantenerlas entretenidas conmigo. A mi lado.
Ahora a los 50 años no es que me de cuenta de esto, si siempre fui perceptivo, acertivo y autocritico.
Es que nunca lo vi tan claro.
Weird? NO.
No at all.
Una vez que conoces las características de mi madre, entenderías todo este rollito histórico. Este de parecerme, pero al mismo tiempo tratar duro de ser en nada como ella.
La historia de mi vida y sus múltiples roles antagónicos entre sí, bah!
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