Que se traduce en:
- Le haces daño a alguien que quiero, que amo, alguien por quien daría la vida, pum! dejas de existir para mi.
Y lo más probable es que te guarde rencor para toda la vida.
Con otra certeza, sí. Esa que sentís cuando pasa el tiempo, va transcurriendo, se le ponen años y años encima a la infamia, a la mentira, a la violencia, a la oscuridad, y vas olvidando. Y vas siendo olvidado, olvidada.
Como si el polvo que se posa con el tiempo sobre los objetos perdidos, capa sobre capa, apaga el grito original ensordecedor que provocaba antaño la furia humana que supone el desencanto, ese de esperar algo de alguien que no solo te ofrece exactamente lo contrario, sino que puede también representar todo aquello que no quieres en la vida.
El ruido de la existencia ajena que originó el dolor inicial, va importando cada vez menos hasta llegar al momento silencioso muteado de la vida.
Momento en el cual dejamos de importar a las partes alguna vez interesadas en nuestra existencia.
In Short.
- Que si no entiendo a aquellas personas que influí a tope?
- Que si no comprendo a la gente que alguna vez quise y protegí?
- Que si no entiendo a quienes crié?! A quienes impregné mi forma de ver el mundo?
Ni por un segundo se me hubiese ocurrido!
Qué orgullo me da la gente que piensa así, como yo.
A mil x 100!
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