Mi madre se había comprado el cassette y sonaba en casa tipo mantra su música. Eran años de mucho humo de pucho en casa, la tormentosa relación que mi progenitora tenía con su novio (10 años) más jovencito de por aquél entonces y Sabina como fondo siempre. Me apropié de su música, de su cassette que tuve capturado por años, y de su poesía ajam.
Cuando conocí la música del poeta Joaquín yo tenía 15 años para 16. Era un joven soñador, plagado de poesía que no podía parar de escribir. Al igual que él yo estaba influenciado por Serrat, Neruda, Milanés, Silvio Rodríguez. Su música sería de vital importancia para mi poesía y mis escritos reflexionando sobre mi vida like a croner. Que es exactamente lo que hacía: escribir y reflexionar sobre mi día a día y el de mi gente.
Mentiras Piadosas (1990) fue fundamental en ese teen que era yo. Estaba enamoradíssimo de este álbum. Un niñete que vivía entre amores. Amores fatal. Amores al fin.
Cuando mi querídissima amiga desde los 14 años Erica me regala Esta Boca Es Mía en 1994 apenas salió, nos quedabamos horas y horas en mi cuarto escuchandolo entre puchos y cervezas.
Ese disco siempre me recordará a ella, así que pronto luego cuando terminó nuestra amistad (03/1995) lo dejé de escuchar porque así funciono yo: apagar los sonidos del pasado provoca un efecto doppler reverso en el recuerdo de los que ya no están.
Con Erica en mi egreso del secu @ 1994 |
Parece ser que Sabina la siguió rompiendo luego de que dejé de escucharlo en el período 1994/95 y tuvo un éxito tremendo con esos sucesivos discos. Discos que desconozco en lo absoluto y que ahora escucharé por primera vez ya que me bajé toda su discog para revisitarla y sumarlas quizá a my best of Joaquín Sabina que fuí haciendo estas décadas. Es una buena oportunidad para entender en su totalidad a este ser humano tan particular.
A los meses de separarme de mi exwife (09/2009), una separación cruel y sangrante como las venas abiertas de Latinoamérica en todos los posibles sentidos para ambos dos (y los chicos claro está), me vuelvo a cruzar gracias a my lover favorita de aquél fines de 2009: Leticia mon amour a Joaquin Sabina. Absolutamente reparador. Ella lamió -muy a su pesar I guess- las heridas de ese tigre que yo creía ser.
Joaquín Sabina: amante de los excesos, la noche, el alcohol, el pucho, las drogas y por sobre todo: las mujeres. |
Tuve tres importantes etapas Sabina en mi vida: 1990/1991, 1994/95 y fines de 2009/ summer 2010. Todos preciosos discos que llevaré siempre conmigo.
Como todo en mi vida, cuando una música, un sonido, vibraciones que quedaron en mi mente como OST de una época en particular, para dejar atrás el pasado, dejan de sonar en mi vida.
Hasta que llega un momento en el que hago un revisit, por lo común porque algo disparó en mi cerebro el renovado interés por escribir sobre un momento o persona. Ahí es que siempre aparece inseparable la música que me acompañó.
En estos momentos en el que me bajé entera la discog de Joaquín en mejor calidad de la que yo tenía a mi disposición en mi PC. De paso, como es común en mi vida, vuelvo a escuchar toda la producción de un artista y me encuentro no solo con el pasado sino con gemas que jamás había conocido antes. Es muy lindo esto de ser antropólogo musical amateur. Mencanta!
Por aquí My Best Of de Joaquín Sabina. De éste cantautor/poeta/escritor/croner/bon vivant/exiliado político en la época de Franco, tan favorito en tres oportunidades de mi vida me gusta sola y estrictamente lo que armé dentro de my best of y más ahora que acabo de revisitar toda su producción.
Gracias Joaquín por acompañarme en el camino del vivir.
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