Buenas y Malas Decisiones

Los errores en las decisiones que tomamos nos hacen víctimas.

De los errores se aprende si o si.

De las decisiones acertadas ganamos virtud. Experiencia grata.
Nuestro sistema inmunológico se fortalece debido a la alegría de la recompensa de las buenas decisiones. La alegría.
El cerebro toma nota de las victorias, las hace acumulativas para lograr aún más éxito en otros desafíos por venir aumentando así  nuestra performance. Del mismo modo graba los traumas como los aciertos. Ambos los graba a fuego. Ah la memoria!

Con las buenas decisiones ganamos a todo nivel.

Las malas decisiones se tornan conocimientos de alto nivel porque implican sufrimiento, lo que también se graba en nuestra memoria para evitar todo lo posible un nuevo dolor, una nueva angustia. Ah los errores!
Pero el ser humano no funciona tan lineal como la teoría. No.
Algunos necesitamos multiplicidad de piedras en el camino para tomar conciencia de que alguna decisión que estamos tomando nos hace daño o le hace daño a un tercero.
No es tan fácil. Sobre todo si tu cerebro percibe de un modo distinto al resto aquellos estímulos que deberían bastar para poner fin al sufrimiento propio o ajeno. El famoso "Sentido Común". Sentido común absolutamente sensible y relativo a cada uno, a las anteojeras que llevamos puestas y que vamos armando a lo largo de nuestras vidas: nuestro sesgo cognitivo.

Las personas que están en Modo Víctima Permanente no logran ver lo bueno de los errores propios o ajenos porque se quedaron en la etapa del sufrimiento en vez de aprender del dolor para evitarlo the next time. Quedaron inmovilizados ahí en la oscuridad del temor. Nada peor I guess. Nada más inmovilizante.

Esas personas necesitan ayuda profesional para terminar con los comportamientos auto destructivos. Destruir a los demás también es un modo de destruirse para convertirse en otro nuevo. Somos las relaciones que cultivamos. Y las que no.

Recuerda siempre: éxito = eficacia

Es sano aprender de los errores, no es sano at all quedarse atrapado en los errores que produjeron dolor alguna vez. Eso redunda en más enfermedad mental. Más arrepentimiento, más angustia, menos salud, menos alegría por vivir, menos lazos sociales sanos, menos plenitud.
No es vida at all.

Santa Rita @ Versalles mon amour

Por qué puedo hablar así de simple?

He ayudado a muchas personas a lo largo de mi vida con las características que he mencionado más arriba.  Mi felicidad siempre radicó en ayudar a los demás. El altruismo y la solidaridad son los mejores protectores mentales que existen aprendí desde que existo y razono. Los fundamentos científicos aprendidos en mi adultez al respecto mediante las neurociencias, fueron reveladores.

He intentado que les vaya bien en la vida con mi ejemplo de lucha, con mis consejos, con mis abrazos y protección a cantidad de gente. Con recursos, con compromiso, con empatía. Creo que he fallado rotundamente en la mayoría de los casos:

• Todos mis amigos y amigas de los dieci/veinti que he perdido a lo largo del camino
• Mi madre
• Mi exhermano menor
• Mi exwife
• Mi extía materna
• Familiares políticos anteriores
• Muchas otras personas que no vale la pena individualizarlas

Me he esforzado allí donde había dolor ajeno en dar una mano, un abrazo, una comida, un techo, unas palabras reconfortantes, compañía, quizás amor, siempre recursos y conocimientos. Empatía.

Un día dejé de ser tan así. A muchos no les gustó mi decisión final.
Y tuvieron con odio una abstinencia demoledora.