Todo es casualidad para mí, hasta que le cazás la onda extremadamente peculiar de conocer sus nexos racionales a los eventos que se suceden, o al menos las probabilidades de que algún acontecimiento tenga una explicación.
O sea, hablando mal muy mal y pronto, mientras te cierre de algún modo. Creo fervientemente en la casualidad, no quiero que nada tenga una explicación, quiero disfrutar de la vida misteriosa, momento a momento. De lo contrario me aburriría de sobremanera. Ahora bien, para alguna gente, la causalidad existe, allá ellos.
Mi vida tiene sabor así. Sin preguntarme mucho el porqué de todo.
Antes, como buen gemini, de infante / niño /adolescente desarmaba todo para ver qué tenía adentro, rompía incluso a sujetos, abría animales, transformaba cuanto material tenía en mis manos, armaba nuevos robots. Ahora lo sigo haciendo y más aún, pero con una entrega y frenesí muy distintos. Hace rato que disfruto de la vida así como viene, si no me gusta, pues bien, sigo de largo, nada me detiene. Nada.
Y si anda, lo que sea que ocurra, pues estamos en Vibra, déjalo ser decía Juan Lennon...
Maldito Duende...que poder que tiene aún that song! Es de los Héroes claro.
sábado, 14 de agosto de 2004
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