Cuatro marcas se agregan a las más de 60 que conté la última y única vez que me atreví a contarlas y a recordar porqué cazzo las tenía para siempre...
en estos últimos quince días en la mano derecha:
1. Me corté el dedo índice con un tramontina abriendo un simple pan para hacerme un choripán. El más afilado que he visto jamás y me sangró bastante en medio del asado a vos te parece, en la terraza de mi trabajo, día soleado y viernes, rodeado de mis compañeros y CEO.
2. Podando la santa rita de la pérgola el finde este que pasó en casa, una espina me rayó el dedo índice también de una forma dolorosa, como el rasguño superficial de un gato, tal cual.
3. & 4. Bajé medio metro el perímetro de la ligustrina que rodea al parque así se hacen esta temporada más tupidas (así los curiosos se quedan con las ganas de ver minas en bolas) más como deporte extremo que como simple gardener. Porque eso siempre fui en germen, lo que pasa es que antes no tenía parque que cuidar viste.
Así que una breve marca nueva en la muñeca, y en el meñique, ni hablemos de los rayones superficiales de los brazos que se fueron rápidamente, aunque me puse de todo para no rayarme al pedo como hace un año atrás que terminé re re re hecho merda.
sábado, 4 de noviembre de 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario