A medida que el mundo, el resultado de mis decisiones, las acciones de otrxs, los resultados previstos por mi en las decisiones de otrxs, el olor putrefacto de los errores propios y ajenos, los fails & flaws de mi existencia iban manifestándose, yo subía el volumen.
Yo subo el volumen de mi música favorita desde niño. Allá lejos en el tiempo cuando hace +-35 años atrás querían criarme a los gritos, amenazas y violencia: yo subía el volumen de mi música favorita. Qué idiotas!
Y así lo hice por décadas. Lo hice grandemente durante mi papitud, en los cumples de tres niñes, en mis cumples mientras fuí padre joven, en las fiestas privadas en casa, en la casa de los otrxs oficiando de Dj, lo hice, lo hice HARD.
Sigo haciéndolo para no escuchar en pandemia a los convivientes. Ni a los animales tanto perrita como gatito castrati. No quiero ni quise escucharlos since ever. Excepto si llaman mi curiosidad, excepto si puedo ayudar, excepto si es compromiso con la mejora continua. Ahí sí pongo mute.
Ahí sí bajo el volumen de mi vida.
Porque una cosa es entrar y salir de la vida que uno ha elegido y otra muy otra es estar encerradxs like hamsters en una pandemia que no parece tener fin.
Ojo que el encierro it´s my very thing. Me siento muy muy cómodo con mi ser y existencia. Y hasta con el encierro de la pandemia te diría donde trabajo desde casa el 1% de lo que trabajaba presencial que era demencial la diversidad de mi rol ahora puedo ver. Bah! Ya era consciente de ello.
No extraño NADA absolutamente nada del modo presencial en el laburo. N A D A. Pre pandemia ya me la pasaba todos los días diciéndole a mi mesa chica que a los 45th years old me retiraba y que tenía unas ganas bárbaras de renunciar.
Pero luego vino la pandemia. Y todo cambió. Eso de trabajar desde casa se dió, era un anhelo, de la forma más weirda ever. Una pandemia global!
Disfruto dando los cursos del programa especialmente diseñado para la dirección de cultura de la BCN, lo disfruto A LOT esto de enseñar (26 años enseñando web y nuevas tecnologías) sobre todo si yo mismo tuve la libertad de diseñar todo el programa y sus contenidos.
Mi vida es un disfrute permanente. Aún en pandemia la paso en grande y me pagan en grande por ser quien soy. Algo super sweet nice.
El tema en mi vida siempre son y serán les otres.
La Otredad.
Cuán terapéutico puede ser hacer jardinería @ mi vergel urbano?! Level 1000 I can tell. |