El aborto en mi vida fue algo traumático. Soy varón y así y todo, no poniendo el cuerpo en la mesa carnicera, sentís que te morís solo por el hecho de estar pasando por una situación así. Fue similar al asistir a los tres nacimientos de mis exhijos. Con
similar hablo de una situación médica, femenina, que uno provocó, que uno tiene la obligación moral de acompañar y apoyar, pero el cuerpo, esa nave espacial tan única y vital, no es la de uno. Es la de un otro, una otra, una mujer valiente que también decide: no quiero transitar un embarazo ni traer
hoy, aquí y ahora en estas circunstancias una persona al mundo.
Te sentís,
me sentí, tan miserable de poner en esa situación a una mujer, una mujer que amás. Otras no tanto.
Sentí culpa, sentí responsabilidad, sentí terror, sentí que el mundo se te viene abajo, sentí una tonelada de mierda encima.
Te preguntás por qué el sexo libre, sin cuidados, tan sacro, tan hermoso, espiritual y humano puede terminar en situaciones de vida o muerte. Ser irresponsable es esto también. Ser promiscuo siempre acabará mal, pero claro: nunca me importaron las consecuencias. Jamás.
Pero como todo en la vida: hay que tomar decisiones, y muchas de ellas son dolorosíssimas. Por ejemplo, elegir abortar y no traer una nueva persona al mundo. No tenés una puta idea de la vida, tenés dieci/veinti y sin embargo tomas una decisión sobre otras dos vidas: la que nunca nacerá y la de la mujer que pone el cuerpo, abre sus piernas, y le sacan la vidita de encima. Una vida que nunca será. Dramático por donde lo mires. Y yo, que muy varón, me criaron mujeres, tengo una sensibilidad distinta, lo sé. En toda situación de vida o muerte en un quirófano, sentí siempre el bisturí encima.
Son decisiones que te marcan para siempre, que te foguean a full. Con algunas personas me unió a fuego por muchos años, con otras me alejó indefectiblemente.
Por cuestiones de honor hacia aquellas personas que pusieron en peligro la vida por mis decisiones, guardaré para siempre los detalles de:
- *Si fueron embarazos deseados o no
- *Si fueron abortos espontáneos o planificados
- *La identidad de las personas intervinientes
- *Las fechas y lugares exactos
- *Qué personas de la familia estuvieron a favor y quienes en contra
- *De dónde salió el dinero para realizar los abortos clandestinos
- *Quienes nos ayudaron y quienes nos tiraron mierda
Pasé por cuatro situaciones de aborto en mi vida, podrían haber sido docenas de veces más. Creo que es indispensable que esté en alguno de mis blogs la sola mención de esto. Me he dado cuenta tarde, a los 44 años que no había nada online. Algo imperdonable ya que escribo todo lo que pienso y siento desde hace 14 años en Internet. Siento que no estaría contando toda la verdad. Ahora remedio esto para siempre.
La vida tiene vueltas que son absurdas a todo nivel: hoy en día me llevo re súper bien con quien podría haber sido la madre de otras dos criaturas con mi ADN y la mujer que me parió tres es una acerrima enemiga hasta mi último día. Weird!
Una última aclaración: habiendo tomado la decisión compartida, en un momento de nuestras vidas de abortar, estoy feliz de que no haya sucedido. Muy a pesar del daño hecho estos años, de la traición, de la mentira, de la falta de lealtad, muy a pesar de todo eso, soy un hombre feliz de que una persona que traje al mundo no haya sido un aborto. Siempre estaré agradecido por su vida, por su sonrisa desde el primer día, por tantos años compartidos. No me arrepiento de nada. Fue un acierto de todos modos.
Creí haberlo escrito todo pero no. Faltaba este tema tan tabú.
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Como podeís apreciar: todos los abortos fueron entre mis 18 y 26 años. |
Podrían ser siete descendientes pero son tres. Así lo quisimos los adultos, así lo quiso la vida y el destino que forjamos con nuestras soberanas decisiones.
Amén to that!