Siempre fuí de dar besos y besos a aquellas personas que amo, que adoro, que quiero, que estimo mucho. Cariño XL para las personas que me fundaron, que me mimaron, que me sponsorearon, que me regaron.
Ser jardinero es una metáfora de lo más preciosa en mi vida. Por eso lo soy justamente.
Siempre fuí de dar las manos en señal de cordialidad y reconocimiento. De fidelidad, de lealtad.
Si no sos familia, mesa chica, miembro estimado del team de trabajo, amante, o simplemente un ser querido, nada de lo mencionado ocurre en mi vida AT ALL.Ahora con el coronavirus ese arisco que me he convertido en los últimos años extrema las medidas sanitarias, también las del sentimiento al límite de no dar besos, ni abrazos, ni apretones de mano a nadie.
Ahí en la falta de contacto es donde unos sufren. Otros no:
My case today.