Amo los océanos y los mares del mundo.
Antes de dejar de fumar para siempre (a los 30 años) ya era consciente de los daños que el cigarrillo provocaba en el medioambiente.
Fue una de las razones fundamentales por lo cual nunca más fumé.
Además de para dar el ejemplo a mis hijos.
Además para lograr el objetivo fundamental de tener una mejor salud.
No falló. No fallé.