La extinción acelerada de los animales que habitan nuestro planeta durante los últimos 200 años atenta directamente contra la Ley del Karma.
Esto es, si ibas a reencarnar porque hiciste mal los deberes en un ganso, y el ganso se extinguió: cagaste. Vas a seguir dando vueltas en el universo conocido por el ser humano, ese que se inventó porque estaba aburridissimo hace tiempo ya, hasta encontrarle un update a la teoría budista que se adecúe al siglo XXI. Y vuelta a reescribir algún libro sagrado.
Sorry. En eso estamos.
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