Ojo que ando mal aconsejado.
Esos ojos de muñeco no sirven
para describir el mundo que hay detrás de ti,
deberé llegar almidonada.
Esas nalgas que a mis ojos se rinden,
buscan persuadirme entre el atajo embriagador,
ojo que ando mal aconsejado.
Aunque me acorralen como a un perdedor
y no haya camino que pueda seguir,
no temo al destino porque estoy apurado.
Aunque me acorralen como a un perdedor
y no haya camino que pueda seguir,
no temo al destino porque estoy apurado.
Aunque me acorralen como a un perdedor
y no haya camino que pueda seguir,
no temo al destino porque estoy apurado.
Aunque me acorralen como a un perdedor
y no haya camino que pueda seguir,
no temo al destino porque estoy apurado.
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