Que pude sentir alguna vez, y no fueron pocas las veces, aunque sí intensas las que fueron extremas.
En mi propia experiencia fue desde siempre súper tóxico, posesivo, exclusivo, territorial, matador extremo de la competencia, embriagador de los sentidos. Ese uno, hombre con todas las de la ley, que no podías dejar de besar, abrazarte, amar y escribirle.
Simplemente si me conociste no pudiste resistir a mis encantos.
Hasta que yo te alejé con esas técnicas terroristas que tenía y que duermen dentro mío since long time ago.
Qué suertecita la mía (y la tuya) que recién me calmé al llegar a los 40tis.
*Amor por mujeres I mean.
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