A ver la tenés que ver si, pero no por el director que tiene DOS peliculones: The Wrestler del 2008 y Requiem for a Dream del 2000, no es solo por eso.
A esta movie que te mete de algún modo en el mundo del ballet, le tenés que tener paciencia, te narra, se expande dramáticamente, y luego te mantiene entre la ficción de la protagonista, formidable Natalie Portman, y todo su rollo lunático de dos realidades que le suceden a tope.
Bien en las escenas de danza la camarita en mano, le pone más nervio a la pelicula.
Derechito al Oscar, sin dudas.
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