A ver...Cuando era chico en Mar del Plata durante los primeros años del gobierno de Alfonsín, retorno de la democracia en el país luego de mucha matanza, luego de mucho tiempo de gobierno corrupto militar, ibamos a sacarnos una foto familiar tipica en la costanera que de noche hermosa a la altura de Playa Chica que era donde parabamos todos los años nosotros.
Okey, eramos chicos y nos divertíamos con cualquier cosa: ergo, transgrediendo.
Al "sonrían..." de la foto a mi se me re contra re ocurrió siempre ocurrente yo, el hacer el famosissimo gesto con las manos de Alfonsín cuando ganó en el ´83 y la Plaza de Mayo, la 9 de Julio estaban colmadas de gente, bueno ese.
Me comí un sopapo tan pero tan tan sonoro, se me miró con tanta cara de
gorila traidor que de ahí en más mis chistes pasaron a ser de otro tipo pero
no politicos.
Claro, era un chiste porque generaciones de peronistas, estabamos todos desde muy pequeños en contra de lo radical, de los "gorilas", y claro: de Alfonsín & Co.
Que así dejaron el país claro está. Recuerdo una sociedad tan pero tan polarizada que nos tirabamos piedras mutuamente, i mean: los chicos! Eramos los radicales contra los peronistas del barrio.
Así como suena.
Era divertido, mi niñez a pesar de lo que fue el pais, de lo enllamesido que estaba todo en los 80´s, fue ultra feliz -incluso a pesar de los adultos que nos criaban- porque antes o después fuimos todos amigos, compañeros de partuzas varias, hazañas indescriptibles en trenes, momentos gloriosos de juventú rompiendo muchos vidrios y autos. Prendiendo fuego lo que haya enfrente.
Volviendo a Raul Ricardo...
Pero qué fuerzas vivas tuvo en contra este tipo durante 6 años de gobierno ahora analizando muchos años despues, no lo puedo creer.
Este país era un quilombo, mucho más quilombete de lo que es y fue con la Alianza o con la estafa el robo que significó el menemismo para todos nosotros, por generaciones.
Me da pena, mucha pena que se haya muerto.
Siento que un responsable, un testigo ausente de mi niñez, un alguien muy importante que estuvo durante mucho tiempo gobernando nuestros destinos hace dos décadas, ya no está, y el vacío que deja la muerte es justo ese: ausencia de alguien que no puede volver a estar con nosotros.
Qué triste la muerte de otro.
Me apena mucho la vejez y ese deterioro que te pone en los ojos la cantidad inimaginable de meds que te dan los docs y familiares cuando estás lucido pero de ultimas.
Pero es así: algún día todos nos vamos a morir.
De algo. Por alguien.